A una semana de las Elecciones Presidenciales y congresales , muchos piuranos no saben por quién votar y ni siquiera cómo llegar al nuevo local de votación que, por razones sanitarias pero con un cuestionable criterio, les asignó la autoridad electoral.

Ante el dilema de miles de ciudadanos sobre pagar la multa o hacer la búsqueda de su local de votación, el presidente del Jurado Electoral Especial de Piura ha sido tajante al exhortar a los electores a no renunciar a su derecho y deber con el país: el sufragio.
Con excepción de las personas vulnerables (ancianos, embarazadas, personas con comorbilidades), los demás electores no debemos ver la COVID-19 como una justificación para no votar. Todo lo contrario, si queremos controlar y derrotar la pandemia, requisito indispensable para reactivar la economía, la mejor manera es eligiendo un Ejecutivo y un Congreso capaces de liderar la estrategia sanitaria y encaminar al país por la senda de la recuperación. Es decir, de nuestro voto informado, serio y responsable depende sacar al Perú de esta difícil situación de crisis de todo tipo.
Es innegable el riesgo, pero es un peligro superable, respetando el cronograma establecido por la ONPE en función del último número del DNI, y adoptando las medidas sanitarias antes, durante y después de votar, es posible asegurar un mejor gobierno para el bien de todos, y sin llevar el virus a casa.
A diferencia de años anteriores cuando las elecciones fueron necesarias para garantizar una transición ordenada y pacífica (2011), afianzar el crecimiento y la inserción
del Perú en los mercados internacionales (2006), acortar las brechas sociales y la inclusión (2011) y fortalecer la economía y la democracia al terreno (2016; esta vez, como pocas veces en la historia, el eje principal será la salud. Como nunca antes el COVID-19 ha desnudado las precariedades del sistema hospitalario y el país, y Piura en particular, enfrentan una gravísima ola de tamaño y repercusiones impredecibles.
Las crisis políticas que pusieron al país en los últimos años y en general la fragilidad de nuestra democracia, exigen por parte de cada uno de los ciudadanos acciones inmediatas para garantizar condiciones básicas de estabilidad. Ir a votar este 11 de abril es ayudar a que el Perú avance.