Una vez más el río Piura ha desnudado por decir lo menos la desinteligencia política y técnica del gobernador García, alcaldes de Piura y Castilla y de la jefa de la ARCC.

Van 4 años desde que se produjo el llamado Niño costero y las defensas ribereñas de las ciudades de Piura, Castilla y localidades del bajo Piura están indefensas ante la estulticia de las autoridades de turno y las anteriores, que incurren en irresponsabilidad funcional, sin que a la fecha sean procesados.

En pasado viaje a Budapest, Hungría observé que en el río Danubio había sido canalizada su defensa ribereña para las ciudades de Buda y Pest con gaviones tipo andenería que son baratos y fácilmente reponibles, siendo este río una fortaleza para este país que viven mirando al río.

El río Piura como sabemos tiene dos eventos marcadamente diferentes uno de seca total y otro de creciente violenta. Los márgenes, orillas o malecones deben expresar ambas situaciones radicalmente opuestas considerando que son espacios híbridos de circulación entre la ciudad y el río y viceversa y por lo tanto debe tenerse presente su diseño y tratamiento paisajístico.

Las orillas o malecones del río deben estar concebidos a modo de andenería con gaviones como el río Danubio, con el fin de albergar actividades de uso público artístico cultural durante los períodos de seca y servir para canalizar grandes caudales durante las crecidas de El Niño.

Asimismo con el ingeniero Jorge Jibaja y con el Dr C.W. Minkel durante mi rectorado (2000-2005), considerábamos que lo mejor para el río Piura era construir mini represamientos en su cuenca media alta, tal como se hizo en el río Tennessee (USA), para menguar los desbordes. Lamentablemente las autoridades de la época no nos escucharon.

Según el arquitecto Jonás Salas Figueroa de la Universidad de Santiago de Chile, la filosofía del manejo hidráulico del río debe ser de fortaleza antes que amenaza y que el agua excedente debe ser canalizada por un cauce artificial por el norte de la ciudad de Piura siguiendo la quebrada de las monjas y no recomienda crear una salida artificial al mar.

La historia de la urbanización Miraflores (antes terreno agrícola), es la historia del secuestro de las aguas …que cuando llegan las lluvias el agua no tiene donde fluir. Al final las inundaciones son claro testimonio de que hemos hecho las cosas mal y debemos corregir esta situación.

Las aguas son nuestras denunciantes de la incapacidad gubernamental y de la corrupción y las Niñas y Niños desmoronan nuestros soñados castillos de naipes de convertir a la ciudad de Piura en un oasis en pleno desierto tacaleño.