“Ricas montañas, hermosas tierras, risueñas playas, fértiles tierras, cumbres nevadas, ríos quebradas es mi Perú”; todo esto lo escribió Manuel Raygada Ballesteros, por el Perú; pero, todo eso y mucho más hay en Piura, aparte de la riquezas y delicias marinas y ni hablar de su petróleo, minerales y gastronomía.
“El Rosal Viviente” muestra esa grandeza y belleza: “Es el jardín soñado que entre cafetales ofrece la paz, es Canchaque hermoso romántico cielo donde nace el sol, en el mar de Colán allí descansa el sol bañado por las olas, en Piura nace el sol, en Piura duerme el sol, de Piura el eterno calor”; el calo del corazón piurano, la amistad piurana, la alegría en sus bellas familias, grandeza y hermosura de nuestra gente; las “piuranas son nobles, bellas y galanas”, pero también grandes capullanas, luchadoras como ninguna otra; ellas, junto a sus familias vienen dándose con generosidad en estos tiempos duros; junto a ellas, y en ellas, los piuranos han sabido resistir tragedias de la naturaleza y de las injusticias, así es Piura, nada nos arredra, en Piura el “sí se puede” no es una arenga, es nuestra naturaleza, nuestra esencia, rasgo de nuestra piuranidad.
Considerando tanta bendición para con esta Piura, nuestra Iglesia Arquidiocesana y también la hermana e “hija” Iglesia de Chulucanas, convocan además a ese rasgo maravilloso de Piura, su fe que se puede ver, oler y palpar en todas las provincias, en todas las comunidades de creyentes; la fe es el mejor tesoro de toda la Región Grau, rasgo clave en nuestras vidas traspasadas amor la “Mechita”, El Cautivito, el Crucificado y la santa Misa.
“Respira Piura” es el grito de Dios, para que esa fe se haga “oxígeno” para los enfermos, esperanza para las familias, sabiduría y fortaleza para el personal médico; todos pedimos que nos ayuden, ha llegado la hora de pasar del recibir al dar, nadie debe quedar al margen; si todos diéramos un sol tendríamos hasta para tres plantas, no se quede quieto, organice a su familia, a sus amigos, “hagan una chanchita o pocito, así como para las chelas o para el cevillano”, y hagan su depósito; entren en la historia por la puerta grande de la solidaridad, y cuando mañana cuentes a tus niños y nietos tu vida e historia, les hablarás que Piura hizo el milagro y salvamos vidas a punta de piuranidad, a punta de solidaridad, a punta de caridad, y que tú organizaste con tu familia un pocito y escuchaste la voz de Dios. Gracias.