Con estas precipitaciones, lagunas de aguas servidas, y la psicosis del desborde del río Piura, los piuranos se han olvidado de otra amenaza para la salud y que casi siempre precede a los periodos lluviosos: las enfermedades endémicas como malaria, dengue, cólera, chikungunya, la amebiasis y enfermedades diarreicas.
¿Qué están haciendo los vecinos, Salud y autoridades para evitar su propagación? Casi nada.
Hasta ahora no se escucha de ninguna campaña de algo tan simple como la recolección de inservibles para evitar la proliferación del Aedes aegypti, el mosquito propagador del dengue y chikungunya y que bien utiliza las chapas de botella de gaseosas como los charcos de agua para reproducirse. Un solo mosquito puede producir mil huevos y las larvas están listas para alimentarse de sangre humana a los cuatro y cinco días.
Y mientras el río y las cuencas ciegas nos quitan el sueño, se han olvidado también fumigar y abatizar las casas y zonas de reproducción del mosquito. En esta tarea los propios vecinos pueden empezar botando todo recipiente que pueda retener agua de lluvia por ser un potencial criadero de zancudos. El dengue ya está cobrando sus primeras víctimas, no lo olviden.
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