Es indignante escuchar al congresista de AP por Puno, Jorge Flores Ancachi, hacer mofa de sus ilícitos y abusivos actos cuando comenta que sus “empleados en el Parlamento no se dejan robar parte de su sueldo con alegría y agradecimiento”.
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Este es otro “niño” descubierto que demuestra que robar sueldos en el Congreso es un modus operandi que todos practican y, por tanto, es “normal”.
Y esta “normalidad” podría explicar el por qué los congresistas “robasueldos” no han sido desaforados y castigados como se debe por el abuso de poder que ejercen sobre sus trabajadores.
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¡Es que todos lo hacen! Algunos han sido descubiertos porque los trabajadores se armaron de valor y denunciaron, pero hay muchos más que aún siguen en las andadas y no han sido descubiertos ni han dejado de recortar los emolumentos de sus trabajadores convencidos que están “haciéndoles un favor” al darles trabajo.
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Estos otorongos se protegen entre ellos, pero lo más triste y preocupante de todo esto es que esos mismos inmorales e insensibles son los que están proponiendo y aprobando leyes populistas e irresponsables, solo para satisfacer sus propios intereses.
