El 3 de junio es el Día Mundial de la Bicicleta, proclamado por la ONU con el objetivo de que este medio de transporte sirva para paliar un poco la crisis por la contaminación y el cambio climático que experimenta el planeta. Y también empieza, en el país, la aplicación del Reglamento para su buen uso.
En pleno COVID-19, la bicicleta nos permite desplazarnos por la ciudad con la seguridad de guardar la distancia óptima para protegernos del contagio.
Resaltaremos los beneficios del uso de la bicicleta para la salud. El manejo de la bicicleta, al ser una actividad física aeróbica, permite captar más oxígeno de lo normal, un uso constante e intenso será provechoso para el funcionamiento de todos nuestros órganos. Veamos los principales beneficios.
A nivel cardiovascular, aumenta el volumen sistólico -la cantidad de sangre que arroja el corazón en cada contracción hacia el torrente sanguíneo-. A la vez limpiaremos de toxinas nuestro organismo.
Mejoraremos la ventilación y oxigenación del aparato respiratorio. En la actividad física cada inspiración sube desde los 500 ml para satisfacer la demanda de oxígeno por el esfuerzo; la constancia refuerza estos músculos.
Por la actividad aeróbica, el cerebro recibirá su cuota de oxígeno y glucosa aumentada, para realizar su actividad diaria de gobierno del cuerpo y la mente.
La actividad física fortifica la producción de glóbulos blancos (linfocitos) en nuestra médula y estas células protegerán al sistema inmunológico de enfermedades e infecciones.
Con el continuo esfuerzo del pedaleo nuestros músculos esqueléticos, mantendrán su fuerza de contracción y relajación; y la resistencia y potencia en las subidas, refuerza los huesos.
El manejo permanente de la bicicleta mejorará la funcionalidad de las cápsulas articulares vigorizando sus cartílagos y la producción de líquido sinovial, condiciones para lograr equilibrio, flexibilidad y amplitud de movimiento.
Finalmente, montar en bici nos protege de la ansiedad y el estrés, logrando una mente más equilibrada. Bastaría con oír el trinar de pajarillos o ver a las aves surcar el cielo, para salir del ensimismamiento mental melancólico.
Como dijo Albert Einstein, “la vida es cómo manejar bicicleta, si dejas de pedalear te caes”, mantengámonos activos en lo físico, mental y social para conservar nuestra salud.