Si hay un alto porcentaje de votos blancos o viciados, más agrupaciones podrían pasar la valla electoral de 5% de votos válidos, lo que llevaría a más candidaturas en el 2026.
Este domingo 11 de abril se llevarán a cabo las Elecciones Generales 2021, fecha en la que 24’959.204 de votantes elegirán al nuevo Congreso, Parlamento Andino y presidente de la República. Y aunque se ha ampliado horario de votación de 7 a.m. a 7 p.m. y se ha hecho un gran esfuerzo para promover un voto consciente, queda el temor de que el ausentismo o los votos blancos y nulos imperen.
De ser que esto suceda, ¿cuál sería la repercusión? La reforma electoral especificó que los partidos que no superen la valla del 5% de votos válidos a nivel nacional perderán su inscripción, es decir, quedarán inhabilitados para participar en futuras elecciones. Al haber un porcentaje elevado de ausentismo y de votos blancos o nulos, esto implicará que, por la cifra repartidora, más partidos logren una curul, ergo pasen la valla electoral.
“Lo que hace el ausentismo es incrementar el fraccionamiento en el Congreso porque partidos que pudieran obtener un 3,5% de votos, pueden pasar a tener el 5% que necesitan, ya que el cálculo para eso se hace solo con los votos válidos, no los emitidos (que incluyen blancos y viciados)”, explicó el experto en comunicación política, Luis Herrera.
En ese sentido, estimó que el próximo Congreso volverá a tener unas nueve o diez bancadas un congreso nuevamente fraccionado: el mensaje para la ciudadanía es que sigan los protocolos de bioseguridad, se informen y voten, de lo contrario estarían colaborando a inflar el resultado de algunos partidos y a que no haya la tan esperada purga de organizaciones políticas.
¿Tener un Congreso atomizado supondría un problema? Herrera recordó que el grave percance es que provocaría una incapacidad para ponerse de acuerdo, pues no es lo mismo lograr un consenso entre dos grupos que entre 10. “Es cierto que el voto es más emocional, pero ya vemos a donde nos han llevado las emociones. Nos toca ser más lógicos”, añadió.
Nueva inscripción
“Los votos nulos y blancos no se computan. Tienen un efecto en la medida en que esos votos se reparten entre las distintas listas y aumentan la representación que un partido pueda tener en el Congreso. El que no vota contribuye a que ese voto que no ha sido asignado a alguien en particular, por cifra repartidora, dé más porcentaje a otras agrupaciones. Sin duda, ayudará a que más partidos pasen la valla”, expresó, por su parte, el constitucionalista Víctor García Toma.
Consideró que el problema es que a muchos ciudadanos les da igual si su voto termina ayudando a una lista u otra, pues rechazan a toda la clase política y han dejado de creer en el sistema. Además de que es probable –a su criterio- que el ausentismo aumente porque, ahora que el Jurado Nacional de Elecciones hará exoneraciones de pago de multa a ciertos grupos, muchos podrían preferir quedarse en su casa y no exponerse al virus.
Por otro lado, indicó que la reforma electoral podría no tener el resultado tan esperado de reducir significativamente el número de partidos políticos: “Para inscribir un partido, se necesitan 25 mil adherentes, un requisito muy bajo que, por ejemplo el PPC y el APRA, podrían cumplir sin problemas. Otros partidos con poder económico, como Podemos, tampoco tendría problemas para recuperar su inscripción si la pierde”.
Voto escondido
Para el experto en procesos electorales, Oscar Tuesta, recordó que siempre existe un alto porcentaje de “voto escondido”, es decir, electores que temen expresar su opinión y prefieren asegurar que aún no han decidido su voto, lo cual explicaría también porque en las últimas semanas hemos visto un alto porcentaje de indecisos.
“Yo siempre he sostenido que hay un voto escondido, que no tenemos los pantalones bien puestos para decir que votaremos por tal o cual candidato, entonces decimos que no nos convence ninguno, cuando en realidad hay vergüenza porque el candidato tiene denuncias o dice tonterías. Hay muchos que ya saben por quién votar; es poco probable que se decida en la cola, aunque si es posible cambiar de opinión. Esta semana es la decisiva”, comentó.