Este último jueves, el Congreso de Taiwán se convirtió en un campo de batalla el pasado jueves cuando legisladores del Partido Democrático Progresista (PDP) y el Kuomintang (KMT) se enfrentaron violentamente durante un acalorado debate sobre una controversial reforma parlamentaria.
Las imágenes de la pelea, que mostraban a los parlamentarios intercambiando golpes y empujones, se han viralizado rápidamente, causando asombro e indignación tanto en Taiwán como en la comunidad internacional.
Un Debate que Desencadenó la Violencia
La sesión del Congreso comenzó temprano, marcada por una atmósfera tensa debido a las fuertes discrepancias entre los dos principales partidos políticos de Taiwán.
El punto álgido llegó cuando un legislador del PDP, Kuo Kuo Wen, robó el proyecto de ley y salió corriendo de la sala. Este acto provocó una reacción en cadena que culminó en una pelea a puño limpio entre los parlamentarios.
En las imágenes captadas por los medios de comunicación, se puede ver a los legisladores lanzándose objetos y subiendo a sus curules para continuar las disputas físicas.
La violencia alcanzó tal nivel que algunos legisladores resultaron con heridas leves y el orden tuvo que ser restablecido por los guardias del Congreso.
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La manzana de la discordia: un proyecto de ley controvertido
El motivo de la disputa es un proyecto de ley que busca implementar reformas parlamentarias, incluyendo una polémica medida para criminalizar a los funcionarios que hagan declaraciones falsas en el Parlamento. Esta propuesta ha sido fuertemente rechazada por el oficialismo del PDP, que argumenta que podría ser utilizada como una herramienta de represión política.
El Kuomintang, por otro lado, defiende la medida como necesaria para garantizar la transparencia y la veracidad en las declaraciones de los funcionarios públicos. La profunda división entre ambos partidos sobre este tema ha exacerbado las tensiones en el Congreso, culminando en el violento enfrentamiento del jueves.
Repercusiones y Reacciones
Las repercusiones de esta pelea no se han hecho esperar. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el nivel de violencia exhibido por los legisladores taiwaneses. Organizaciones de derechos humanos y observadores políticos han señalado que este tipo de comportamiento erosiona la confianza en las instituciones democráticas de Taiwán.
El presidente del Congreso ha condenado la violencia y ha instado a ambos partidos a resolver sus diferencias de manera pacífica y civilizada. «Este tipo de comportamiento es inaceptable y daña la imagen de nuestra democracia. Hago un llamado a todos los legisladores a que se concentren en el debate de ideas y no en la confrontación física», declaró.