«Un triunfo de la ciudadanía y la democracia».
Así calificó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, lo sucedido este domingo en su país, donde, con más del 60% de los votos escrutados y una tendencia que parece irreversible, los ciudadanos decidieron por un rotundo 77% reemplazar la actual Constitución, redactada durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Sobre el órgano que debe escribir el nuevo texto, la otra pregunta que se planteó en la histórica votación, todo indica que se impuso la opción de la convención constitucional, paritaria e integrada solo por ciudadanos electos para ese fin.
«Hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de república», afirmó Piñera.
En cuanto al voto en el extranjero, el apoyo a la redacción de una nueva Carta Magna alcanzaba casi el 90% con más del 57% de los votos escrutados.
Convocatoria marcada por la pandemia
El plebiscito, programado originalmente para el 26 de abril pero postergado por la pandemia, se realizó observando un protocolo sanitario especial, con un horario específico para mayores de 60 años y el uso obligatorio de mascarillas.
Las personas contagiadas con coronavirus no pudieron participar en el proceso debido a que no se pudieron implementar las medidas que les hubieran permitido votar sin romper la cuarentena.
El cambio de Constitución fue una de las demandas hechas tras el estallido social de octubre de 2019, que dio lugar a las manifestaciones más masivas desde el regreso de la democracia en 1990, y desencadenó episodios de violencia que derivaron en la muerte de más de 30 personas y 2.250 querellas de violación de los derechos humanos.
Su realización fue el resultado de un amplio acuerdo firmado en ese contexto en el Congreso la tensa madrugada del 15 de noviembre del año pasado.