Estábamos advertidos que la compra de la dichosa vacuna que combate el Covid-19 no sería tan sencilla como adquirir pan en la esquina. Detrás de los laboratorios están quienes tienen plata, poder e influencia política; ellos ya empezaron la vacunación masiva de su población; los demás países deben seguir en la cola, armados de paciencia porque son los laboratorios quienes imponen condiciones.
Eso se percibe con Perú que, pese al esfuerzo del gobierno, al pago por adelantado y demás influencias que se ha movido, hasta ahora no tenemos ni vacunas de muestra. El lote programado para este 9 de febrero, quedó en suspenso y esta vez se culpa a la aerolínea KLM de no poder transportar el medicamento. ¿No tenemos un avión de carga para hacerlo?
Según un audio, el propio presidente Sagasti no está seguro que Sinopharm nos envíe en la fecha indicada el primer millón de vacunas, aunque estas estén pagadas. El gobierno peruano, aunque se durmió, está haciendo su mejor esfuerzo por traer el medicamento, pero habría que estar preparados y no confiarnos en que estas llegarán en la fecha programada.