Luego de confirmarse la segunda ola de la COVID-19 en el país, un dato que preocupa al sector salud es el incremento de infecciones y fallecimiento de pacientes jóvenes, menores de 40 años. Según reportes médicos, muchos de estos afectados se automedican con corticoides, antibióticos y analgésicos; una mezcla explosiva que termina con resultados nefastos.
Además de la automedicación, hay otros factores que preocupan como son el relajo y el exceso de confianza de estos jóvenes. Muchos creen que por tener entre 25 y 40 años, sus defensas responden bien ante el virus y se pueden recuperar rápido sin necesidad de internamiento, por lo tanto no siguen el protocolo de sanidad, se reúnen en grupos masivos, van a discotecas, bares y hacen su vida como si aquí no pasara nada.
Contribuye a este relajo la apertura y promoción de locales de diversión donde también se ha bajado la guardia y se permite grandes aglomeraciones, en especial los fines de semana, cuando los fiscalizadores desaparecen misteriosamente de escena. En hospitales de Lima, el 70% de los pacientes en UCI tiene en promedio 40 años. Un dato para preocuparse y tomar en serio esta enfermedad.