Hoy se sabe con certeza que Pedro Castillo, en lo que va de su gobierno, ha gastado más de 9 millones de soles movilizando el avión presidencial y los helicópteros de la FAP para trasladarse con sobrinos, tías, cuñados y amigos íntimos, además de sus ministros, por todo el país en sus llamados consejos descentralizados.
Castillo, que dice ser humilde y que ha saboreado la pobreza, gasta hoy como rico. Pues no solo es el avión, los gastos en palacio también se han incrementado y lo último que se sabe es que el día de las elecciones municipales se trasladó hasta Tacabamba (Chota) para emitir su voto, pero ese deber cívico presidencial costó a los peruanos más de 50 mil soles.
Para que Castillo vote usó el avión presidencial que lo trasladó a Cajamarca, luego un helicóptero hasta Tacabamba… ¿Sí él vive desde julio del año pasado en Lima, por qué no actualizó su DNI, junto al de su esposa y se evitó tanto gasto? ¿Acaso dos votos menos en Tacabamba hacen la diferencia? Mucho más barato hubiera sido pagar 82 soles (si también incluye a su esposa) y actualizaba su DNI, y esos 50 mil soles iban a programas sociales. Por suerte no hay segunda vuelta por allá.
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