La revista Marine Pollution Bulletin reportó recientemente “el primer registro de ingestión de basura plástica en la ballena franca austral”, lo que viene a ampliar la ya larga lista de especies marinas impactadas por esta contaminación.
Marcela Uhart, directora del Programa Latinoamericano del Karen C. Drayer Wildlife Health Center y coautora de la publicación, precisa que “se han documentado más de 800 especies marinas afectadas por plásticos, incluyendo todas las especies de tortugas marinas, más del 40 por ciento de ballenas y delfines, y el 44 por ciento de las aves marinas”. Este estudio, precisa la experta, “es una prueba contundente del daño que le estamos haciendo a nuestro planeta”.
Ballenas franca australes, las nuevas víctimas
La investigación científica señala que, entre 2003 y 2019, se hallaron 810 ballenas franca australes muertas. Que la mayoría de ellas eran ballenatos lactantes, los que son menos propensos a ingerir desechos, y que 71 eran individuos varados en edad de alimentarse de manera independiente. Los cuerpos de estos últimos fueron encontrados en un avanzado estado de descomposición. El problema de esto es que en esas circunstancias no es posible estudiar el intestino, pero se presume que más ballenas podrían haber ingerido desechos plásticos.
Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas y codirector del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, asegura que esta especie fue casi exterminada por la caza comercial antes de que la práctica fuera prohibida en la década de 1930. “Desde entonces se han recuperado lentamente y ahora son consideradas una especie de Preocupación Menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)”, dice. Por lo mismo, “las ballenas francas australes son un ejemplo de esperanza”, agrega el científico, para quien estos cetáceos no deberían estar expuestos a nuevas amenazas, sobre todo considerando que la otra especie de ballena franca, la del Atlántico Norte, está en vías de extinción.
Impacto del plástico en especies marinas
Se estima que 11 millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los océanos cada año, lo que quiere decir que cada minuto un camión repleto de basura se vierte en el mar. “Si no se deja de arrojar residuos, en 2050 el océano tendrá más plástico que peces”, asegura la publicación científica.
Tortugas, aves, peces, mamíferos y otros animales marinos corren el riesgo de ingerir desechos plásticos, tal como le ocurrió a esta ballena de Península Valdés, debido a que muchas veces los confunden con su alimento habitual. Es también el caso de las tortugas, por ejemplo, que confunden las bolsas plásticas con medusas y al tragarlas pueden ahogarse o bloquear su sistema digestivo.
“Que esta ballena encontrara esos plásticos en el mar y se los comiera es consecuencia de nuestras acciones y actividades mal planificadas”, dice Uhart. “Durante décadas hemos sido testigos de cómo nuestra basura afecta a cientos de especies marinas y perturba los ecosistemas”, agrega Alzugaray, por lo que “es hora de entender que la salud y el bienestar de todas las especies, incluyendo la nuestra, depende de un ambiente saludable”.
Vía Mongabay Latam