Esta semana, después de haber nombrado a los nuevos jefes de la Reniec y la Oficina Nacional de Procesos Electorales –ONPE -, la Junta Nacional de Justicia publicó el primer concurso público para la selección y nombramiento del nuevo Jefe de la Autoridad Nacional de Control del Poder Judicial y del Ministerio Público.
Ambas flamantes autoridades, en puridad reemplazarán a la Oficina de Control de la Magistratura –OCMA- del Poder Judicial y de la Oficina de Control Interno del Ministerio Púbico, que desde hace décadas han venido funcionando al interior de cada una de estas instituciones del Estado.
No cabe duda que ambas oficinas de control vienen cumpliendo una labor de fiscalización sobre la conducta funcional de los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público, así como también de sus servidores y a lo largo de su existencia, ha servido para fiscalizar la cotidiana labor judicial y fiscal, para que no se realicen actos reñidos contra la moral y la cosa pública.
La Junta Nacional de Justicia, a través de las Convocatorias 003-2020-SN/JNJ y 004-2020-SN/JNJ, publicado en su portal web, ha dado a conocer las bases de la convocatoria, así como también cada una de las etapas de concurso público de méritos y los requisitos profesionales que deben cumplir cada uno de los aspirantes a tan importantes cargos públicos.
El concurso público de méritos consta de cuatro etapas:
-Evaluación curricular
-Evaluación de conocimientos
-Evaluación del plan de trabajo
-Entrevista personal.
En la actualidad el control de la conducta funcional de los servidores y magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público, se realiza desde adentro, es decir al interior de la propia institución; con las nuevas autoridades, ahora el control será con una jefatura que no formaba parte de la institución y es allí en donde radicará el nuevo cambio estructural.
No cabe duda, que el reto de la JNJ para designar a los flamantes Jefes de la Autoridad Nacional de Control del PJ y MP, constituye una importante labor constitucional, pues su trabajo debe garantizar el cumplimiento de los más altos estándares de calidad profesional, a fin de tener correctos funcionarios, de intachable conducta ética y a la vez se constituyan en la reserva moral del país. Se corre traslado.