No se trata de ser alarmistas ni mucho menos pesimista, pero aunque muchos no quieren escuchar o reconocer, el coronavirus sigue tan agresivo como en el principio.
Las cifras así lo reafirman, tanto así que el índice de positividad que se mantenía en 17% se disparó esta semana a 25%.
Registros del Minsa indican que los contagiados superaron los 6 mil 809 en un día. A esto se añaden los decesos que el último jueves, en solo 24 horas, subió a 205 a nivel nacional, cantidad que solo se registró en abril, en plena cuarentena.
La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, reconoció que la cantidad de muertes supera los 43 mil. Algunos epidemiólogos del Grupo Perspectiva, hacen proyecciones más catastróficas de llegar a fin de año a los 100 mil.
Las cifras dicen mucho, y este rebrote tiene que ver con la “normalidad” con que intentan muchos reiniciar su vida laboral y social.
Algunos se sienten tan confiados que hasta olvidan seguir las normas de salubridad en sus reuniones y fiestas sociales, olvidando que el virus sigue allí y no discrimina a nadie. Que esto no nos alarme, pero sí obligue a la autocuarentena y a ser más responsables en nuestro propio cuidado.