Los integrantes de la presunta organización criminal “Los operadores de la reconstrucción”, incluido el exalcalde de La Unión, Fernando Ipanaqué, han sido detenidos y también el ex director de la ARCC, Robert López, quien pertenecería a otra mafia encabezada por el expresidente Pedro Castillo.
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De acuerdo a la hipótesis de la Fiscalía, esta última organización se encargaba de conseguir presupuestos y colocar empresas ganadoras en Reconstrucción con Cambios. Además, según dos testigos, López tenía que lograr viabilidad de los expedientes en el MEF, recibiendo dinero a cambio, pues al parecer tenía una directiva expresa del expremier Aníbal Torres de hacer fondos de dinero para afrontar los problemas judiciales del expresidente.
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Ahora se entiende por qué, seis años después de la promesa de reconstruir la infraestructura dañada por el Niño del 2017, los piuranos en lugar de manejo del río y drenaje pluvial tenemos solo algunos centros de salud y colegios, pero poco o nada de obras de prevención, las cuencas ciegas se multiplicaron, las defensas no son seguras, es incierto quién va a descolmatar el cauce del río que ahora podría desbordarse solo con 2.000 m3.
Ni siquiera los nuevos estragos causado por el ciclón Yaku y el Niño Costero que encontraron a Piura -oh novedad- sin drenaje ni manejo del río, han sido suficientes para que el Estado se reivindique con la región.
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Es bueno que la ARCC haya enviado ayer un comunicado aclarando que ninguno de los detenidos e investigados son trabajadores de la institución. Pero ello no implica que los ciudadanos tengan que creer ciegamente en las promesas de transparencia.
Después de haber sido defraudados por funcionarios como el señor López, quien jugó con las esperanzas de Piura, lo mínimo que puede hacer el Gobierno es no volver a hacer promesas huecas. El mejor desagravio del Ejecutivo a Piura, debiera ser recuperar el tiempo perdido y cumplir realmente con las acciones programadas ante el Niño Global. No es imposible, cuando hay voluntad.