Si lo que se busca es una solución integral a los ingentes problemas de la EPS Grau –financieros, administrativos, ineficiencia en los servicios prestados, etc.-; esto no será posible con la intervención temporal de la empresa por parte del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass), estos solo es una medida de emergencia.

Es esperanzador que finalmente el Ministerio de Vivienda, luego de Yaku, Niño Costero y la proximidad del Niño Global, haya entendido que el abastecimiento de agua potable y alcantarillado en una de las regiones más afectadas por la crisis climática, no puede seguir a merced de la improvisación, casi a la deriva como hasta ahora.

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De hecho, la finalidad de la medida es garantizar la continuidad de la prestación de los servicios de saneamiento en zonas declaradas en emergencia ante intensas precipitaciones pluviales y por la probable ocurrencia del Fenómeno El Niño.

Ahora Otass tendrá facultades en lo que respecta a la prestación de los servicios de saneamiento a la población donde opera la EPS Grau. Se trata de 27 localidades que atienden a la empesa en cinco provincias: Piura, Morropón, Paita, Sullana y Talara”. 

No queremos ser pesimistas, pero la sola llegada de los profesionales que designe Otass, por más capaces que sean, no garantiza 100 % de eficiencia en los servicios a la población, teniendo en cuenta que tradicionalmente las redes de alcantarillado colapsan ante lluvias intensas, más aún con un Niño Global. En todo caso, será una prueba de fuego para la nueva administración. Ver para creer.

Dicho esto, no debemos perder de vista que estamos ante una medida de emergencia que no soluciona el principal problema, el mal modelo de gestión. Los expertos han advertido en forma reiterativa que con este sistema concursal que viene desde hace muchos años, la EPS Grau es inviable. 

Para el exministro de Vivienda, Milton Von Hesse, la empresa “es un desastre”, no ha podido salir airosa de ninguno de los planes ejecutados para volverla solvente, entonces es inútil insistir en lo mismo, urge hacer un cambio radical, por ejemplo conseguir un socio estratégico que aporte capital, que asuma la millonaria deuda y que la maneje profesionalmente.