Una joven venezolana de 18 años fue víctima de una organización criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual en Chimbote, región Áncash.
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De acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio Público, la muchacha fue engañada en su país con la promesa de un trabajo como mesera, el cual incluía traslado y alojamiento en Perú. Con la esperanza de mejorar su situación económica, decidió aceptar la oferta y viajar; sin embargo, al llegar fue retenida por una red delictiva que la trasladó hasta Chimbote, donde fue forzada a ejercer la prostitución.
Ya en territorio peruano, los delincuentes le confiscaron sus documentos y la coaccionaron con amenazas de muerte, tanto hacia ella como hacia su familia, para que ofreciera servicios sexuales en la vía pública.
Sentencia contra los responsables
Tras la denuncia presentada por el Ministerio Público, el Poder Judicial dictó sentencia contra tres personas implicadas en el caso. Jona López y Betania Rivas fueron condenados a 13 años de prisión, mientras que Luis Morales recibió una pena de ocho años y nueve meses de cárcel.
De acuerdo con la Fiscalía, los acusados vigilaban constantemente a la víctima y le exigían entregar casi todo el dinero que ganaba, argumentando que debía pagar una deuda ficticia por los gastos de su traslado.
El Ministerio Público determinó que los sentenciados participaron activamente en la captación, transporte, alojamiento y explotación sexual de la joven venezolana, configurándose así el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.
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