Entre aplausos, lágrimas y palabras de bendición, el personal médico del Hospital Regional de Lambayeque despidió con emoción al bebé que fue hallado dentro de una caja de cartón en un parque del distrito de José Leonardo Ortiz (Chiclayo).
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Después de 18 días de atención intensiva, el pequeño —bautizado con cariño como Felipe— recibió el alta médica y fue trasladado al albergue Santa Rosa de Piura, donde permanecerá bajo el cuidado del Estado peruano.
El traslado se realizó el jueves 30 de octubre, tras confirmarse su recuperación completa. Según la doctora Janeth Chuan Ibáñez, jefa del Área Clínica Pediátrica, el menor “se encuentra clínicamente estable, sin fiebre, tolera la alimentación por vía oral y mantiene un comportamiento tranquilo. Presenta un desarrollo psicomotor adecuado, con un peso de 4,350 kilos y una talla de 51 centímetros. Es un bebé saludable”.
Felipe venció la neumonía y una fractura costal
Cuando fue encontrado, Felipe se encontraba en un estado muy delicado de salud. Los médicos lo diagnosticaron con neumonía y una fractura costal, lesiones ocasionadas por el abandono. Gracias al trabajo del equipo de Pediatría y al afecto del personal del hospital, el bebé logró recuperarse por completo.
“El pequeño recibió antibióticos durante una semana y atención médica constante. Todo el personal, desde enfermeras hasta voluntarios, se encariñó mucho con él. Hoy podemos decir que está fuera de peligro y protegido por el Estado”, afirmó el doctor Flavio Maticorena, coordinador del servicio de Pediatría.
Un nuevo hogar temporal en Piura
Por disposición del Ministerio Público y la Unidad de Protección del Menor, el bebé fue trasladado al albergue Santa Rosa de Piura, ya que los centros de acogida de Lambayeque se encontraban sin cupos disponibles. En ese lugar, Felipe contará con acompañamiento emocional, controles médicos periódicos y la atención del personal especializado que velará por su bienestar.
“El niño ahora está bajo tutela del Estado. Se logró ubicar un cupo en Piura, y se envió toda su historia clínica junto con las recomendaciones para su seguimiento médico”, informó el área de Pediatría del hospital.
Durante su estancia en el nosocomio, Felipe también recibió muestras de solidaridad de la comunidad, que donó ropa, pañales y leche para cubrir sus necesidades básicas. Estas expresiones de cariño acompañaron su recuperación y reflejaron la empatía de los ciudadanos ante su historia.
Un futuro lleno de esperanza
Ya en el albergue, el pequeño inicia una nueva etapa de vida. El personal especializado se encargará de brindarle los cuidados y el afecto necesarios mientras las autoridades determinan su situación legal y evalúan la posibilidad de que, más adelante, pueda ser adoptado por una familia que le ofrezca amor, estabilidad y un hogar seguro.
La historia de Felipe ha conmovido a todo Chiclayo y a miles de peruanos, quienes ven en su recuperación un símbolo de esperanza y de la importancia del compromiso social con los niños en situación de abandono.
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