El alcalde de la provincia de Pataz, Aldo Carlos Mariños, denunció que hubo un intento de perjudicar su reputación luego de ser trasladado a una comisaría en Áncash durante el desarrollo de su denominada Marcha de Sacrificio.
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En declaraciones a un medio nacional, Mariños relató que mientras caminaba en la protesta fue abordado por un efectivo policial que le consultó si portaba un arma y si contaba con la licencia correspondiente. Tras confirmar que tenía el permiso, fue llevado a la dependencia policial. “Hubo un exceso, una clara mala intención de querer dañar mi imagen”, expresó en RPP.
El burgomaestre señaló que, una vez en la comisaría, la Policía verificó que cuatro personas tenían licencia de portar armas y todo se encontraba en regla. Agregó que representantes de la Defensoría del Pueblo supervisaron el procedimiento y que la presencia de abogados y medios de comunicación evitó posibles abusos. “Tuve miedo a que me ‘siembren’, pero las cámaras y el pueblo nos respaldaron”, indicó.
Respecto a la marcha, explicó que la movilización busca presionar al Gobierno para la construcción de un hospital, el asfaltado de carreteras y la creación de una universidad en la región. “Mi pueblo sufre por la falta de infraestructura básica, y estos reclamos son justos”, enfatizó.
Finalmente, al ser consultado sobre una eventual renuncia para postular a las Elecciones 2026, Mariños descartó esa posibilidad: “No voy a renunciar el 12 de octubre. Que quede claro”.











