A pocos días de cumplir cuatro años del desborde del río Piura, el fantasma del desastre aún mantiene en zozobra a la población.
El miedo de los vecinos de la urbanización Miraflores (Castilla) a un desborde del río solo se puede igualar con su indignación por el retraso en las obras de las defensas.
Así lo expresaron ayer con el plantón que organizaron entre los puentes Cáceres y Sánchez Cerro, en donde las defensas que los deberían proteger siguen a medio hacer y sumergidas en el fango del río.
“Estamos con la alarma a flor de piel. Hay mucha gente que con razón o no, estaba a punto de entrar en pánico cuando los datos que hay sobre las crecientes del río, no lo ameritaban. […] La alarma de la población es porque hay heridas que no se han sanado y ante cualquier anuncio de crecientes, eso lo devuelve al ayer”, declaró el vecino José Gallo.
La protesta ahora no solo incluyó al gobernador y autoridades locales sino también contra el Congreso y Contraloría.
“Este retraso es una responsabilidad compartida del gobierno central, la Autoridad para la reconstrucción y gobiernos locales. El accionar es demasiado tardío y es lo que nos tiene en esta situación”, comentó la dirigente Flor Infante.
Datos
- Hasta el plantón en Castilla llegó una delegación de pobladores de Cura Mori.
- Dijeron que todavía hay puntos vulnerables en Simbilá y Pedregal Grande.
Por Frank García Guerrero