Durante el rezo del Ángelus este domingo, el Papa León XIV expresó su cercanía con el pueblo peruano en medio del momento político de transición que atraviesa el país. El pontífice deseó que el Perú “pueda continuar por el camino de la reconciliación, del diálogo y de la unidad nacional”, un llamado que cobra especial relevancia en un contexto de polarización institucional y expectativa ciudadana.
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Un mensaje desde el Vaticano
La intervención del Papa León XIV se realizó desde la Plaza de San Pedro, tras el rezo mariano dominical. En medio de su homilía y el rezo del Ángelus, el pontífice dirigió palabras directamente a los fieles y, de manera particular, al Perú. “Estoy cerca del querido pueblo peruano en este momento de transición política”, sostuvo, reafirmando el vínculo afectivo que mantiene con la patria andina.
Contexto político en Perú
El llamado papal ocurre justo cuando José Jerí asumió la presidencia interina tras la vacancia de Dina Boluarte por decisión del Congreso. El país experimenta nuevamente una fase de incertidumbre institucional, conflictos sociales y demandas de estabilidad. En este escenario, el pronunciamiento del pontífice adquiere un valor simbólico elevado.
Reconciliación, diálogo y unidad nacional
El mensaje del Papa León XIV gira en torno a tres conceptos que la Iglesia considera esenciales para superar momentos de tensión: la reconciliación, el diálogo y la unidad. Invocó que las heridas del pasado puedan sanarse, que el enfrentamiento político dé paso al entendimiento, y que la sociedad peruana logre reforzar su tejido nacional.
En su intervención, el Papa pidió: “Rezo para que el Perú pueda continuar en la vía de la reconciliación, del diálogo y de la unidad nacional”, frase que fue recogida inmediatamente por medios y redes sociales como expresión de esperanza en una coyuntura crítica.
Vínculos del Papa con Perú
El vínculo entre Papa León XIV y el Perú no es nuevo. Aunque de origen estadounidense, el pontífice ha pasado décadas trabajando en suelo peruano, especialmente en ciudades como Lima y Chiclayo, lo que ha fortalecido su relación con comunidades católicas locales. Así, sus palabras hacia el país no son meramente diplomáticas, sino también afectivas y con carga testimonial.
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