El misterio cósmico vuelve a capturar la atención de la comunidad científica y del público en general. El objeto interestelar 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de telescopios Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS), está a punto de alcanzar un punto clave de su recorrido que podría revelar si se trata de un cometa natural o de algo mucho más extraordinario.
Un nuevo visitante interestelar
El 3I/ATLAS es el tercer visitante interestelar identificado en la historia de la astronomía moderna, después de ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. A diferencia de los cuerpos celestes que se originan dentro del sistema solar, estos objetos provienen de regiones remotas del espacio interestelar, viajando miles de millones de años antes de cruzarse con la órbita de nuestro Sol.
En la actualidad, 3I/ATLAS se encuentra en un punto crítico: está pasando detrás del Sol, lo que impide su observación directa desde la Tierra. Su conjunción solar se produjo alrededor del 21 de octubre, y se espera que el 29 de octubre alcance su perihelio, el punto más cercano al astro rey. En ese momento, su actividad será máxima y los telescopios espaciales podrán registrar información esencial sobre su composición y comportamiento.
El Hubble y el enigma de su origen
El Telescopio Espacial Hubble capturó una imagen del cometa interestelar el 21 de julio de 2025, mostrando una estructura brillante y una cola que recuerda a los cometas tradicionales. Sin embargo, su brillo variable y su trayectoria ligeramente anómala han despertado nuevas teorías. Entre ellas, una que ha causado gran polémica.
Avi Loeb y la teoría de la nave extraterrestre
El astrofísico Avi Loeb, profesor de la Universidad de Harvard y conocido por sus hipótesis sobre inteligencia extraterrestre, volvió a estar en el centro del debate al sugerir que 3I/ATLAS podría ser una nave nodriza enviada por una civilización avanzada.
Según Loeb, aunque la explicación más probable sigue siendo la de un cometa interestelar, no se puede descartar completamente que se trate de un objeto artificial que utilice la gravedad solar para realizar maniobras y liberar pequeñas sondas de exploración. “Si quieres irte de vacaciones, hazlo antes del 29 de octubre, porque nunca sabemos qué pasará”, dijo entre risas el investigador, en declaraciones que rápidamente se viralizaron en redes sociales.
La teoría del investigador no es nueva. En 2017, Loeb propuso que ‘Oumuamua también podría haber sido una nave alienígena, debido a su forma inusual y a la aceleración inexplicable que mostró al salir del sistema solar. En esta ocasión, el debate se reaviva con 3I/ATLAS, a medida que su acercamiento al Sol promete ofrecer datos concluyentes.
La ciencia responde: 3I/ATLAS es un cometa
Mientras las teorías más especulativas ganan fuerza en internet, la comunidad científica mantiene una postura cauta. Para la NASA, el objeto 3I/ATLAS no muestra ninguna característica que sugiera un origen artificial. El astrofísico Tom Statler, de la agencia espacial estadounidense, afirmó que el visitante interestelar “se parece muchísimo a los cometas que ya conocemos” y que “la evidencia apunta de forma abrumadora a que se trata de un cuerpo natural”.
Según Statler, las pequeñas diferencias en su comportamiento pueden explicarse por la diversidad de materiales que componen los cometas en distintas regiones del espacio. “Tiene algunas propiedades interesantes que difieren ligeramente de las de los cometas del sistema solar, pero se comporta como un cometa”, señaló en una entrevista para The Guardian.
La hipótesis de la nave extraterrestre, aunque poco probable, tendrá su momento decisivo durante el perihelio del 29 de octubre, cuando los astrónomos podrán observar si el objeto realiza alguna maniobra inesperada o emite señales que contradigan la teoría natural.
Un testigo de los orígenes del universo
Más allá del debate sobre su naturaleza, el 3I/ATLAS representa una oportunidad única para la ciencia. Los expertos estiman que el objeto podría tener una edad de 10.000 millones de años, lo que lo convertiría en uno de los cometas más antiguos jamás detectados.
Gracias al Telescopio Espacial GAIA, los astrónomos han podido reconstruir parcialmente su recorrido y comparar su órbita con las trayectorias de más de 13 millones de estrellas. El objetivo de esta investigación es identificar el sistema estelar del cual podría haberse originado este cometa, aunque hasta ahora no se ha encontrado un candidato claro.

Un evento que marcará un antes y un después
El paso de 3I/ATLAS por el sistema solar ofrece una nueva oportunidad para estudiar objetos interestelares y comprender cómo se forman y viajan estos fragmentos primitivos del cosmos. Cada visita como esta amplía el conocimiento sobre la composición del espacio más allá de nuestro vecindario solar.
Los astrónomos estarán atentos al 29 de octubre, fecha en la que el cometa alcanzará su punto más cercano al Sol. Será entonces cuando los observatorios espaciales, desde el Hubble hasta el James Webb, intenten captar el momento exacto en que 3I/ATLAS revele su verdadera naturaleza.
En cuestión de horas, la ciencia podría resolver si el tercer visitante interestelar de la historia es un simple cometa milenario o si, como plantea Avi Loeb, se trata del primer signo de tecnología extraterrestre que ha cruzado las fronteras del sistema solar.











