Si bien el gabinete de Mirtha Vásquez recibió el voto de confianza del Congreso, su tarea de echar a andar el pesado camión que es el Perú, aun no empieza.
Pero lo más inmediato para la premier y sus ministros será desinflar los cerca de 200 conflictos sociales y las protestas que ya se anuncian desde hace semanas en Transportes, Agricultura, minería y hasta en el magisterio.
Para este lunes los transportistas alistan caravanas y el cierre de carreteras y accesos exigiendo con un paro indefinido la reforma y modernización del transporte urbano. La medida que se anunció inicialmente solo para Lima y Callao se propagó a los gremios de provincias, afectados también por el alza de los combustibles.
En el sector agrícola, el precio de los fertilizantes, a lo que se agregan los problemas de importación a causa del alza de las tarifas del transporte marítimo, también caló en los hombres de campo que anuncian su propio paro indefinido. En el sector minero la tensión sigue latente y no se descarta nuevos ataques a los campamentos mineros. Es decir, la premier y sus ministros deben hacerla de bomberos antes que el fuego se vuelva incontrolable.