Es un hecho que los peruanos no se “morirán de hambre”, pero a fines de año podrían sufrir más de un dolor de cabeza por el alza y escasez de algunos productos importantes de la canasta familiar como el arroz, la papa y el maíz amarillo (principal alimento para el pollo).
Según estimaciones del Midagri, en la campaña chica que se inicia en agosto, estos tres alimentos sufrirán las consecuencias del alza de los fertilizantes y pesticidas.
Por lo pronto se estima que se dejarán de producir más de 8 mil toneladas de arroz; 13 mil toneladas de papa y algo más de 80 mil toneladas de maíz amarillo duro; este último, no de los principales insumos para la alimentación avícola, con lo cual se corre el riesgo de un alza significativa del pollo de consumo popular.
Las consecuencias de esta reducción de siembra se reflejarán en los precios y el abastecimiento de los mercados. No es que desaparecerá la papa y el arroz de las mesas, estos seguirán presentes, pero con mayores precios. Se estima que un kilo de arroz pueda superar los 5 soles, mientras que la papa sobrepase los 4 soles kilo. Del pollo ni hablar. Es decir, se avecina una dieta obligada.
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