El Congreso de los “mochasueldos”, de “Niños” lobistas que legislan en favor y provecho de ellos mismos y de sus propios partidos políticos -además, de aprobarse abultadas gratificaciones y bonos-, no estarían allí sino es por la mano diligente de los dueños de los partidos políticos que los eligieron a dedo y promovieron, aún sabiendo que muchos de ellos no eran buenas personas.
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La mala noticia es que casi todos ellos seguirán en la política, pues aprovechando su cargo y poder, están acomodando el escenario político para su reelección. Ahora podría haber bicameralidad y reelección, pero no contentos con ello le están cercenando las manos a la democracia aprobando una nueva reforma política para que los “dueños de los partidos” mantengan su potestad de seguir eligiendo a dedo (y al que más plata como “cancha” tiene) como candidato a una curul en las próximas elecciones generales.
Con ello se elimina la participación ciudadana en las elecciones primarias, dejándole todo el poder a las cúpulas mesiánicas de los partidos para que arbitrariamente elijan a quienes sean más fieles, manipulables, pero sobre todo, que aporten al partido.
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