Todo indica que en los próximos días los peruanos seguiremos viendo nuevos capítulos de la telenovela del “maestro chotano”, quien a través de su premier, busca generar todas las cortinas de humo posibles tratando de logar que los peruanos se olviden del desastre al que sigue llevando al país.

El mismo premier, que hace solo una semana dijo que él y los ministros de Estado “no confrontarán por más que los provoquen”, ahora descarga petardos de grueso calibre contra el Legislativo, al que acusa de urdir un plan de vacancia.

Lo que no dice es que este es quizá el mecanismo más democrático que existe y es perfectamente aplicable. Si Castillo esperaba que su paisano Torres lo libre de la vacancia, no lo está ayudando porque lo que dice con la boca, lo contradice con los hechos.

“Como Ejecutivo, estamos a la espera de que el Congreso fije fecha y hora para la presentación del gabinete ministerial”, dijo el jefe del Gabinete en reciente conferencia, pero posteriormente volvió a atacar al Congreso al que acusa de buscar permanentemente un golpe de Estado.

Si realmente espera tender puentes lo que debería es aclarar dudas, por ejemplo, sobre el despido irregular del procurador Daniel Soria durante su gestión como ministro de Justicia, o sobre la renuncia de su viceministro que lo acusa de autoritario. Ha dicho que el nuevo Gabinete responderá dudas pero en su reciente rueda de prensa evadió las preguntas sobre un funcionario del MTC puesto al descubierto ofreciendo puestos de trabajo a integrantes de Perú Libre.

Así el panorama no se ve cercana la ansiada estabilidad que el país necesita, no queda claro si lo que busca el Ejecutivo, a pocos días del pedido de confianza, es consensos o la misión del premier al darle el puesto es atacar y provocar hasta lograr un choque directo entre poderes del Estado, creyendo que saldrán triunfantes.

¿Acaso la táctica es no responder por la larga lista de escándalos para victimizar al Gobierno, atacar al Congreso y así recuperar algunos puntos en las encuestas?

Otra no puede ser la explicación. Atacar a los que cuestionan, a través de la figura del implacable “Hannibal”, autoritario, irascible, que odia a la prensa y constantemente protagoniza exabruptos en las entrevistas. ¿Llegó para crear cortinas de humo, ante la debilidad del Gobierno?