Mientras la crisis política y económica agujerea aún más los bolsillos de muchos peruanos, al interior del Congreso se libra una guerra no tan silenciosa, pero sí dispareja entre los aliados de la derecha y la representación oficialista de Perú Libre, a la que asestaron esta semana un duro golpe, dejándola huérfana de presidencias de comisiones.
Los discípulos de Vladimir Cerrón no se quedaron quietos y han expresado públicamente su rechazo, pero también de manera formal una moción de censura ante la Mesa Directiva en manos de la oposición. Lo que no saben, por inexpertos, es que esa moción ni siquiera llegará a mesa de partes y simplemente quedará sentada como una rabieta de perdedor, nada más.
Pero la mejor parte de esta contienda parece que se reserva para fin de mes, en la interpelación al gabinete de Guido Bellido. La ecuación es simple: Si Bellido no cambia a sus ministros y de paso renuncia él también al cargo, por lo menos cinco de sus ministros serán vetados, entre ellos Héctor Béjar por sus “revolucionarios antecedentes”. Hagan sus apuestas.
