El Congreso debería tomar cartas en el asunto y tendría que proponer medidas para atender, por ejemplo, el grave problema sanitario de Piura. Sabemos que la problemática piurana tiene múltiples caras: bien se trata de las defensas ribereñas que se deshacen como galletas, bien se trata del aumento imparable de los casos de dengue y leptospirosis sin que los centros de salud estén adecuadamente implementados para responder a esta necesidad humana. Frente a esto, los reclamos han caído naturalmente sobre el Ejecutivo, pero ¿no podría ayudar el Congreso al menos la bancada regional forzando las soluciones?
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Antes de continuar, debemos aclarar que los congresistas, por ley, no tiene iniciativa de gasto, no hacen obras ni las tramitan. No obstante, sí puede ejercer presión, con el peso de la legitimidad política que tiene, para instar al Gobierno a adoptar medidas que son de urgencia. El parlamentario Revilla, fujimorista, en comunicación con El Tiempo el domingo pasado, prometió llevar al Pleno el asunto de la escasez de camas y la negativa del MEF a dar recursos para adquirirlas. Una semana después nos dice que su ofrecimiento dependerá de varias situaciones previas. Insistamos con otros, no dejemos pasar la oportunidad de pelear con todas las armas disponibles y facilitadas por la propia democracia. La historia reciente nos demuestra que cuando los piuranos hemos obtenido algo, ha sido gracias a nuestra unidad.
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De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud (Minsa), los contagios superan los 24 mil y van dieciocho decesos. La región Piura es la que registra el mayor número de casos a nivel nacional y en decesos nos supera Ica. Son constantes los videos y notas que difunden a través de las redes sociales, en las que los piuranos reclaman por una cama, por más personal médico. Conviene explicar que cuando los médicos hablan de falta de camas se refieren realmente a que faltan las camas físicas, equipos de monitoreo y de atención, y profesionales de la salud (enfermera, médico, etc.). Así podemos darnos cuenta de la magnitud del pedido y de la carencia.
