¿Te imaginas generar energía eléctrica con solo ir al baño? Aunque suene futurista, esto es posible gracias al innovador ingeniero Cho Jae-weon, quien desarrolló un inodoro capaz de convertir desechos humanos en energía y otros productos útiles. A través de su creación, el inodoro BeeVi, Cho ha transformado lo que antes se consideraba basura en un recurso valioso, además de crear un sistema de monedas digitales para recompensar a quienes usen su invento. A continuación, descubre más sobre quién es este pionero de la sostenibilidad y cómo funciona su sorprendente proyecto.
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¿Quién es Cho Jae-weon?
Cho Jae-weon es un profesor de ingeniería urbana y ambiental en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST), en Corea del Sur. Se ha destacado por su trabajo en la creación de tecnologías ecológicas que buscan aprovechar los recursos de manera más eficiente. En 2021, Cho captó la atención mundial con su invento del inodoro BeeVi, una innovación que busca cambiar la forma en que manejamos los desechos humanos, convirtiéndolos en energía renovable.
¿Cómo funciona el inodoro BeeVi?
El inodoro BeeVi (abreviatura de «Bee Vision») es un dispositivo revolucionario que no utiliza agua para procesar los desechos. En lugar de enviar las heces y orina al sistema de alcantarillado, el inodoro separa ambos residuos y los envía a un tanque subterráneo.
¿Cómo se convierte en energía?
En ese tanque subterráneo, los desechos sólidos son descompuestos por microorganismos que producen metano, un gas que puede ser utilizado como bioenergía. Este metano es capaz de alimentar sistemas eléctricos o ser utilizado como combustible para vehículos. Según Cho, una persona puede producir alrededor de 500 gramos de desechos sólidos al día, lo que se traduce en 50 litros de metano, suficiente para generar 0,5 kWh de electricidad o mover un automóvil por aproximadamente 1,2 kilómetros.
Por otro lado, la orina es procesada para eliminar sustancias dañinas y luego se utiliza como fertilizante líquido para mejorar la calidad del suelo y ayudar al crecimiento de las plantas.
¿Qué son las monedas digitales Ggool?
Además de la producción de energía, Cho Jae-weon también ha implementado un sistema de recompensas para los usuarios del inodoro BeeVi. Cada persona que utiliza el inodoro recibe 10 unidades de una moneda digital llamada Ggool. Estas monedas pueden intercambiarse por productos en el campus del UNIST, como café, libros o frutas.
¿Qué es el Dinero Estándar de Heces (FSM)?
El sistema de Ggool es parte de una iniciativa mayor conocida como Dinero Estándar de Heces o, en inglés, Feces Standard Money (FSM). Según Cho, esta moneda alternativa tiene una filosofía distinta a las monedas tradicionales, ya que no favorece la acumulación de riqueza, sino que se utiliza de manera continua para fomentar un ciclo económico sostenible. «Se trata de una forma de moneda que no favorece la acumulación de riqueza, sino que circula y se utiliza constantemente», explicó Cho en una entrevista con Cointelegraph.
¿Qué pasó con el proyecto de Cho Jae-weon?
El proyecto BeeVi formaba parte de una iniciativa más amplia llamada Science Walden, que buscaba explorar la intersección entre ciencia, arte y sostenibilidad. Sin embargo, en febrero de 2022, el Gobierno de Corea del Sur decidió dejar de financiar el programa, lo que provocó el cese del desarrollo del inodoro BeeVi.
Cho Jae-weon expresó su decepción ante la falta de apoyo continuo al proyecto. «Quizás pensaron que lo habían apoyado lo suficiente y creen que Science Walden debería valerse por sí mismo para ser independiente», comentó el ingeniero en una entrevista. A pesar de esto, aún existen algunos inodoros BeeVi en funcionamiento en la Cabaña de la Ciencia en el campus de la universidad.
¿Qué impacto tuvo el proyecto?
A pesar del fin de la financiación gubernamental, Cho sigue defendiendo la viabilidad de su proyecto. Argumenta que muchas ciudades metropolitanas podrían beneficiarse enormemente de una tecnología como BeeVi, que permite convertir los desechos humanos en energía, en lugar de simplemente eliminarlos en sistemas de alcantarillado o dejar que liberen gases de efecto invernadero en la atmósfera.
«La mayoría de las ciudades están centradas en limpiar sus sistemas de tuberías y eliminar desechos, pero pocas aprovechan los excrementos para producir energía», explicó Cho. Su visión es que en el futuro, más urbes utilicen tecnologías similares para reducir su huella de carbono y aprovechar todos los recursos disponibles, incluso aquellos que antes se consideraban indeseables