Si tomamos como ciertas las palabras del subdirector de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), queda en evidencia una vez más que en el Gobierno Regional no hay profesionales capaces de hacer realidad los proyectos urgentes para la seguridad e integridad de la ciudadanía. Esto quiere decir que es mucho más seguro que las obras de defensas ribereñas pasen a ser responsabilidad plena de la ARCC.
En las últimas semanas, las noticias sobre el Gobierno Regional se refieren, en su mayoría, lastimosamente, a sus fallas en vez de sus aciertos. La supuesta entrega de información falsa al Ejecutivo acerca de la situación sanitaria de Piura ya había creado un clima negativo para la gestión que dirige Servando García, pero ahora, con la posibilidad de que la Autoridad para la Reconstrucción asuma una obra que fue encargada al GORE, queda constatada la in eficiencia del equipo técnico que debió concentrar todas sus energías en que Piura tenga defensas. Se anuncian lluvias para abril y algunos expertos opinan que estamos tan desprotegidos que un caudal mucho más bajo que el del 2017 podría volver a inundar a Piura. ¿A qué están jugando, señor gobernador y funcionarios? ¿Esta gestión pretende romper una marca de pésimos resultados?
No se le hace ningún favor a la institucionalidad actuando en contra de la ciudadanía. No se le hace ningún bien a Piura resumiendo toda la gestión en una caricatura del asistencialismo como modo de evadir las responsabilidades mayores. Necesitamos un auténtico gobierno, necesitamos una autoridad que dialogue con la ciudadanía, con la prensa, con la sociedad civil, que tienda puentes y no se esconda tras los muros blanquirrojos de la sede de San Eduardo. De otra manera, en poco tiempo podríamos enfrentar una doble crisis, sanitaria y climática, que derrumbaría lo que queda de la economía regional, de la salud de los piuranos y su bienestar.
Cuando un gobierno, sea cual fuere el color de su bandera, se niega a trabajar en lo realmente importante, niega su vocación y su razón de ser. La lección, como suele suceder en estos casos, queda para los ciudadanos, quienes deberán evaluar su voto sin dejarse engañar por el populismo, los víveres y otros modos infames de con quistar efímeros favoritismos que solo dañan la conciencia política de la región.