Aprovechamos el feriado para regresar a los ochenta, viendo algunos capítulos de la serie “Cobra Kai”, recordando las enseñanzas del “sensei” Miyagi y como influyó en la vida de Danny. Más allá de ello, reflexionamos en la importancia del “sensei” en la vida del protagonista; pero también nos hizo notar que tan positiva o negativa puede ser la presencia de ese “sensei” en la vida de las personas; lo que se nota en el antagonista de la serie con esa marcada formación que tuvo de joven y que le acompaña en su madurez.
“Sensei” es un término japonés con el que identifican al maestro o sabio que forma otras personas; y esto nos llevó a una reflexión asociada a la labor que realizamos: la docencia universitaria. La formación que brinda un docente universitario es integral, pues tiene en sus manos no solo la responsabilidad del conocimiento académico sino del desarrollo personal del estudiante que lo hará una extraordinaria persona.
Para lograrlo, debe poseer condiciones para brindar formación integral, pues nadie puede predicar sino es con el ejemplo, de allí que si exigimos a los estudiantes puntualidad, debemos ser puntuales, si les exigimos estudiar, debemos prepararnos, si les exigimos ser responsables, debemos ser responsables, si exigimos moral y ética, debemos ser éticos y morales.
La mejor enseñanza que nuestros estudiantes jamás olvidarán, será la huella que el docente dejará marcada en el resto de sus vidas. Si el docente es íntegro, sus estudiantes lo serán de manera irremediable, si el docente cumple con sus promesas sus estudiantes se harán responsables por cada una que hagan. No imaginan la influencia positiva que pueden dejar en los futuros profesionales! Tiempos en los que la corrupción nos invade por todos lados, es imprescindible que todos los docentes universitarios recordemos que tenemos la gran oportunidad de revertir parte de la situación desde las aulas, con el ejemplo, la dedicación y el compromiso de formar buenos profesionales y mejores personas.