Un niño de once años fue enterrado vivo por miembros de la comunidad nativa Chequitavo, jurisdicción del centro poblado de Oventeni, distrito de Raymondi, provincia de Atalaya – Ucayali, fronterizo con Junín.
Tras enterarse de lo sucedido, el jefe de la comunidad, con ayuda de los amigos del menor, lograron rescatarlo vivo y lo dejaron en libertad.
En la zona no todos apoyaron este castigo y calificaron el hecho como violencia y discriminación contra un niño asháninka.
Por otro lado, las autoridades locales, acompañadas por el juez de paz, llegaron al lugar para presentar la denuncia ante la comisaría y solicitar que se inicien las investigaciones correspondientes, con el fin de esclarecer los hechos y adoptar las medidas necesarias.