Ella, en un acto de amor y dedicación, se traslada todos los días durante 40 minutos, ida y vuelta, por un camino de trocha serpenteante entre su casa y el Tambo Lindapampa , para que su hija de 5 años acceda a las clases de la etapa inicial de la estrategia Aprendo en Casa.
Gracias al acceso a Internet y el apoyo del gestor de esta plataforma de servicios, Dora Luisa descarga el material de aprendizaje y saca fotocopias para llevarlas a la pequeña Dayanna, quien la espera en casa para realizar sus tareas. La menor incluso a veces la acompaña en este largo y cansado recorrido.
“El profesor nos envía las clases todos los días para imprimir y fotocopiar. Asisto al Tambo porque tiene acceso a internet y puedo sacar copias del material que mi hijita necesita para estudiar. Ella está entusiasmada y verla hacer sus tareas me alegra mucho”, contó.