Cuando atendía y libaba licor con un grupo de parroquianos como dama de compañía, una quinceañera fue rescatada ayer por efectivos policiales, en un bar del distrito de Castilla. De acuerdo a las primeras indagaciones, la menor R.G.G. venía siendo explotada laboralmente en un bar ubicado en el asentamiento humano Las Casuarinas.
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Tras un trabajo certero y efectivo por parte de la División de Investigación Criminal de la Policía Nacional, se logró rescatar a la menor, quien atendía a los eventuales comensales que llegaban al lugar a consumir licor.
Ante este riesgo de exponer a la menor a diversos peligros, la policía tuvo que ponerla a buen recaudo.
Los detenidos
Inmediatamente, la policía procedió a detener a Y.T.M.N. de 42 años de edad, que era el dueño del bar, y a J.E.G.R., que laboraba como el administrador del local.
Cabe mencionar que los sujetos, que en encontraban en el bar en el momento de la intervención, fueron trasladados a la Divincri y fueron puestos a disposición del Ministerio Público para ser investigados por el presunto delito de explotación laboral de una menor y contra la dignidad humana en trata de personas.
Asimismo, la policía espera que la menor dé a conocer cómo es fue captada para llegar a atender en ese local y conocer dónde están sus familiares.
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Más operaciones
Por otro lado, en los lugares colindantes donde se dio el golpe a la trata de personas, los moradores han pedido a los efectivos policiales que lleven a cabo más operativos policales por esta zona del distrito y también en otros lugares.
Incluso dan detalles de dónde se contrarían más bares en la que explotan a la menores, que las traerían entre engaños de la sierra piurana. Recomienda a la Policía Nacional llevar a cabo operativos en el sector noroeste donde se dice que habrían más bares.
Trascendió que una de las estrategias de los tratantes es captar a las menores de edad en la sierra con el cuento de darles trabajo bien pagado, un cuarto donde vivir y alimentación; pero cuando llegan a la ciudad se dan con la sorpresa que las poner a atender a los parroquianos como damas de compañía.