El Poder Judicial sentenció a cinco años de prisión suspendida José Orestes Zeña Castillo, monitor de obra, y Junior Jeampierre Cubas Álvarez, supuesto empresario, involucrados en la obra fantasma del canal Canizal Chico en La Unión. Los jueces tomaron en cuenta que los mencionados aceptaron su responsabilidad en el fraude, que conllevó a un perjuicio económico de más de 300 mil nuevos soles, que según las pruebas presentadas fueron a parar a los bolsillos del prófugo Percy Yamunaqué Chero.
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Según la sentencia, Zeña y Cubas, quienes admitieron su participación en este delito, colaboraron con las autoridades entregando pruebas contundentes que demostraron que Cubas nunca llevó a cabo los trabajos de descolmatación del dren, a pesar de haber cobrado por el servicio.
A los implicados se les impuso el pago de una causal de 100 mil nuevos soles, en el caso de Cubas Álvarez, mientras que ha Zeña se le está pidiendo el depósito de 36 mil nuevos soles. Ambos también confesaron que no participaron en ningún proceso de licitación y que todo fue orquestado por Yamunaqué y sus funcionarios, quienes simularon la ejecución de la obra.
El próximo 24 de octubre se llevará a cabo la audiencia de apelación sobre la prisión preventiva de Percy Yamunaqué, Peña y Pazo ante la Tercera Sala de Apelaciones de Piura. Sin embargo, las recientes sentencias complican la situación del exalcalde, ya que en ellas se ha demostrado la transferencia de 300 mil soles a Yamunaqué, lo que fortalece la posición de la fiscalía en el caso de corrupción que envuelve a su gestión.
El juez Azabache Vidal aprobó el acuerdo de conformidad, validando las pruebas aportadas que no solo comprometieron a Zeña y Cubas, sino que también incriminan al exalcalde Yamunaqué, su gerente Miler Peña y al exfuncionario Juan Pazo Álvarez, quienes se encuentran en condición de prófugos de la justicia.
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