A poco de cumplirse los seis años de la inundación, la región Piura no tiene forma de controlar caudales en la parte alta de la cuenca, ni una salida del río hacia el mar.
Las obras principales para evitar otro desastre siguen en un plan y con proyecciones de trabajos hacia el año 2034. Para el asesor del comité consultivo y exjefe de operación y mantenimiento del proyecto Chira Piura, Mario Montero, todo marcha a paso de tortuga.
“La actuación de la Autoridad para la Reconstrucción desde el 2017 ha sido un fracaso. Se han dedicado a reconstruir puentes, caminos, locales de salud y educación, pero en lo que corresponde al río y al plan de drenaje, no han hecho prácticamente nada [de obras]. Su objetivo era reducir la vulnerabilidad ante las inundaciones y para eso había dos temas claves: o se construyen reservorios en la parte alta para retener el 50% del agua o le haces la salida al mar. [Aquí] la reconstrucción está atrasada, están muy lentos y a paso de tortuga. ¿Cuánto más la gente va vivir pensando que se va a inundar?”, señaló.
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A su criterio, se pudo reducir costos en las obras secundarias como defensas, diques y enrocado, si se empezaba por las presas y la salida hacia el mar.
“Esto minimizaba el nivel de costo e inversiones en las obras complementarias como diques y defensas. Cuando retienes agua arriba y le das una salida del río, todo el resto de obras bajan de magnitud”, agregó.
Pese al tiempo y al riesgo, el especialista indica que la ARCC sigue elaborando expedientes de obras complementarias como parte de un plan de acción rápida, que tardaría dos años en implementarse.
“Lo que están haciendo es dedicarse más a hacer expedientes técnicos de defensas y para levantar el dique. ¿Hasta dónde? No se sabe. Nos vamos a pasar toda la vida levantando defensas y al río no se le hace una buena intervención para que salga con facilidad. Por aquí se debe comenzar”, afirmó.
Trabajos
Montero agrega que se requieren acciones de emergencia frente a hechos como que el río Piura tiene una colmatación de hasta 4 metros.
“Lo que se debió hacer hace meses fue una limpieza del río para sacarle la maleza, basura y escombros del cauce, para luego iniciar un encauzamiento para que discurra libremente. Esto debió hacerse hace cuatro meses porque es un movimiento importante de maquinaria.
“El Plan de Acción Rápida de la ARCC comienza en abril y tiene para dos años”, detalló Montero luego de la reunión que sostuvieron el martes pasado.
Lo inmediato, agregó, es hacer convenios con los gobiernos locales y ministerios que tengan maquinarias, personal y combustible.
“Se pueden hacer fichas técnicas para poner de inmediato a trabajar. El río está totalmente colmatado y tiene cuatro metros de sedimento en promedio que de alguna manera hay que abrirle camino al río mediante un encauzamiento”, sostuvo Montero.
Refiere que al quitar la maleza y escombros se puede dar mayor velocidad al río y de esta forma arrastre los sedimentos.
Emergencia
Por su parte, el exsubdirector de la ARCC en Piura, Martín Mejías, planteó que se declare en emergencia el plan del río Piura.
“Se tienen que tomar medidas drásticas, y no esperar el canal regular, ya no es momento. Se tienen que salvar vidas”, destacó.
Al declararse en emergencia el plan integral, dijo, se pueden acelerar los procesos y evitar los tiempos en preinversión más las inversiones y gastos que pueda generar la misma.
De esta manera, agregó, se pueden empezar obras en el breve plazo ante el riesgo de un Niño.
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