Uno de los principales determinantes de la reactivación económica es el índice de confianza empresarial. Sin embargo, este llegó a su nivel más bajo en el 2023 con 94 puntos al cierre del tercer trimestre, es decir 15 puntos menos que hace tres meses.
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Al respecto, el exministro de Economía y director ejecutivo de Videnza Instituto, Luis Miguel Castilla, recomienda que es lo que debería hacer el Gobierno para revertir la desconfianza y la crisis.
– ¿Qué medidas se deben tomar para revertir el pesimismo empresarial en un contexto de recesión?
Es difícil determinarlas porque son las percepciones que se tienen respecto al corto proceso y a los siguientes 12 meses. De hecho, hasta hace un par de meses, había mucho pesimismo a tres meses pero se revertía hacia el optimismo en los siguientes 12 meses y eso ha cambiado.
El Gobierno ha lanzado una serie de medidas y es importante que se implementen lo más rápido posible. Por otro lado, una diligente actuación frente a El Niño también podría ayudar.
Son factores que están influidos por temas políticos, institucionales que con el Gobierno actual, no es fácil de cambiar de la noche a la mañana.
– ¿Qué va a ocasionar que el pesimismo haya llegado a su nivel más alto?
Menor crecimiento. Cuando hay optimismo se invierte más, cuando hay pesimismo se invierte menos, y si se invierte menos se reduce el empleo y con ello una precarización de la calidad de vida de los peruanos.
– ¿Qué panorama se espera para el 2024, ya está todo determinado o se puede hacer algo?
Todo va a depender de la magnitud de El Niño, probablemente muchas medidas anunciadas están en plena ejecución y eso va a ayudar.
Sin embargo, ha habido un cúmulo de medidas que han sido anunciadas pero no han tenido ningún resultado, incluso el mayor gasto público que se comprometió en el marco del programa Con Punche no se ha materializado por problemas en la administración pública, obras paralizadas y problemas de gestión.
Se supone que a medida que las autoridades regionales y locales adquieren más experiencia, van a tener mayor capacidad de poder ejecutar y mitigar la caída de gasto privado.
Además, la inflación probablemente baje pero está sujeta a los problemas vinculados con la interrupción en el suministro de alimentos.
Todavía estamos en un programa de mucho incertidumbre, entonces no podemos decir categóricamente que habrá una recuperación importante. Podría haber una caída adicional, pero estamos en un entorno de muchos riesgos y lamentablemente poca efectividad de las políticas públicas que se han transmitido a un sentimiento de pesimismo generalizado de los agentes económicos a corto y mediano plazo.
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– Un pedido del MEF en CADE Ejecutivos fue que los empresarios confíen en el Gobierno que supuestamente es promotores de la inversión privada, ¿están dando algunas señales necesarias para recuperar la confianza?
Es que la confianza no se impone ni se reclama, la confianza se gana a través de los actos, entonces, si el Gobierno muestra resultados y gestos suficientemente importantes, la confianza va a volver.
– ¿En qué sectores del país se debería enfocar el Gobierno para un repunte económico?
Existen tres sectores que son claves. Primero, la minería porque hay una cartera de proyectos importantes que lamentablemente no se han materializado por complejidades en la presión de permisos .
Se podría cambiar esa situación al haber mayor diligencia en la implementación de la ventanilla única digital y que efectivamente se haga una reingeniería de todos los permisos y licencias.
Lo segundo, que es más difícil pero hay algunas señales importantes, es que se avance en la agenda de Asociación Público-Privada e inversiones infraestructurales que son muy significativas en el crecimiento a largo plazo, pero en corto plazo puede demandar al sector de construcción.
Y el tercer sector es la agroindustria que ha venido creciendo en los últimos años pero se vio interrumpido por la derogatoria de la ley de promoción agraria, desde allí se han perdido 100.000 puestos de trabajo formales. Volver a retomar ese marco legal promocional podría ayudar a apuntalar la oferta exportable y eso también podría ayudar a la recuperación.
Tenemos tres sectores que no son triviales ni fáciles, pero que el foco debía ser puesto en ellos. El Plan Unidos incluye algunas medidas, quizás no son lo suficientemente agresivas ni ambiciosas, pero podrían ayudar a mover la aguja de las expectativas y recuperar la economía del momento en el cual estamos.
