El exdirector del hospital Santa Rosa, Edwin Chinguel y sus funcionarios de confianza, se aumentaron los sueldos con el dinero que entregó el Ejecutivo para contratar a más personal para afrontar la pandemia.
Chinguel pasó de ganar S/10.000 como director a unos S/13.000 bajo la modalidad de contrato de CAS COVID, creada para el personal asistencial.
También gozaron del aumento los exfuncionarios: Gladys Salazar Zapata (exjefa de Administración) y Marco Hitler Salazar Hernández (exjefe de gestión de recursos humanos) que pasaron a ganar S/9.000 a partir de mayo del 2020.
También recibió sueldo como CAS COVID, el jefe de la Unidad de Economía, Teobaldo Anastacio Elías. El es personal nombrado.
Estos sueldos eran superiores a lo que se designó para un médico contratado en la primera línea para atender a los pacientes durante las etapas más críticas de la pandemia.
De acuerdo a la investigación del despacho del fiscal anticorrupción, Javier López Romaní, todo inició apenas cinco días después de declararse la cuarentena nacional.
El 20 de marzo, Chinguel emite el Memorando N° 216-2020/HAPCSR II-2 4300201762, dirigido al jefe de la Unidad de Gestión de Recursos Humanos, Marco Hitler Salazar a fin que proyecte la resolución directoral de directiva por la Emergencia Sanitaria por COVID- 19 que establece la escala remunerativa para la contratación de personal bajo régimen CAS COVID.
De acuerdo a la normativa nacional, este marco laboral era para el personal que preste servicios para la prevención, control, diagnóstico y tratamiento del Coronavirus.
Por medio de la Resolución Directoral N° 109-2020-/GRP-HAPCSR-II-2-UGRH de fecha 05 de junio del 2020, se resolvió aprobar la escala remunerativa con eficacia anticipada al primero de mayo del 2020.
En el primer nivel figuraba el director del hospital con S/13.000, el subdirector con S/12.000, el médico especialista con S/10.000, el funcionario con S/9.000 y el médico con S/8.000.
Así se generó la historia, que según la Contraloría ocasionó un perjuicio superior a 1 millón de soles en los fondos destinados a contratar personal que atienda la avalancha de pacientes.
Condenan
Uno de los primeros en levantar su voz de protesta e indignación fue el sacerdote Miguel Medina.
“Esto es un crimen. Cuánta gente se habrá muerto por falta de insumos y médicos. Es un crimen lucrar con la desgracia y esto merece una investigación firme y fuerte. Pero como dice el dicho, la pita se rompe por el lado más débil, aquí también hay responsabilidad política que viene del gobernador”, dijo.
Desde su punto de vista, la fiscalía tiene la responsabilidad de conseguir una sanción ejemplar contra los implicados.
“Esto debe ser un caso emblemático si es que la Fiscalía y el Poder Judicial quieren dar una lección de ética […] tienen que hacer una sentencia que disuada a los próximos corruptos”, dijo el sacerdote.
Contratos
De otro lado, el expresidente de la Federación Médica Regional, Arnaldo Vite, denunció que en la ampliación del contrato CAS COVID, el personal firmó un documento en blanco y luego recibió un sueldo como CAS normal.
Agregó que era tal la escasez de recursos en el nosocomio que en las recetas se pedía hasta guantes para los galenos.
“Las recetas salían para todo. Era como si en el hospital no hubiera nada en la farmacia porque hasta los guantes compraban”, afirmó.
Datos
- El despacho del fiscal Javier López Romaní allanó el viernes el hospital Santa Rosa. También llegaron a la casa de los exfuncionarios investigados.
- Esto en el marco de la investigación que se sigue a partir del informe de Contraloría por el irregular aumento de sueldos.
- Además de los funcionarios se pagaron de forma irregular más de 774 mil soles en aumento a personal administrativo.
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