Los dos años de pandemia han causado estragos no solo en la salud, sino también en la educación. Ante el retroceso en el aprendizaje de la mayoría de alumnos por estar dos años fuera e las aulas, el exministro de Educación, Daniel Alfaro Paredes, propone apostar por un retorno a clases con el 100% de presencialidad a fin de empezar a recuperar el tiempo perdido.
– ¿Es bueno que se haya autorizado el retorno a clases de manera paulatina?
Nosotros hemos tenido un comportamiento muy laxo con respecto al retorno a clases y eso (preocupa) porque los impactos que vamos a tener en la educación serán de los peores. No los vamos a ver ahora, pero se sentirán en tres o cuatro años.
– ¿Cuáles son estos impactos negativos?
Primero, los impactos emocionales. Tenemos niños con un hogar que ha podido contener ese proceso, pero otros no.
Hay hogares que han perdido a familiares, padres que han perdido el empleo, hogares que también presentan disfuncionalidad. Entonces los niños han estado sometidos a este proceso de estrés, incluso de violencia continua, pues, previamente el colegio era un espacio para identificar esas vulneraciones y poder actuar protegiendo la integridad de los niños
Lo segundo es el problema de los aprendizajes. No han podido cumplir con los aprendizajes previstos en el currículum, entonces, tenemos que tener una recuperación de aprendizajes que no se va a dar si no hay presencialidad.
Por último, es importante centrarse en los más vulnerables. Son 90 mil estudiantes que dejaron la escuela desde el 2019 hasta el 2021 y que no se han podido recuperar o reinsertar.
Por ello es necesario que el docente regrese al local educativo y a partir de esa conexión con su comunidad comenzar a hacer los esfuerzos para integrar a esta población excluida.
– Si usted fuese ministro en este momento, ¿ordenaría el retorno de la presencialidad al 100%?
Mi recomendación como especialista es que sí se retorne al 100% y esta regla de un metro de distancia se pueda flexibilizar para que estén la totalidad de estudiantes.
La evidencia internacional dice que no implica un aumento de los contagios el poder cumplir con esta medida en las escuelas. Un ejemplo es Colombia que ya está regresando a clases en un 100% de sus alumnos, pero con los protocolos de bioseguridad garantizados.
– ¿Es necesario vacunar a todos los estudiantes para el retorno?
No es necesario porque en otros países se ha empezado clases sin necesidad de tener a todos los niños vacunados. Eso ha pasado en muchas partes del mundo.
Pero aún así siempre es positivo de que podamos lograr la mayor inmunización posible en los niños, no como una condición para el regreso, pero sí como práctica para poder tener un retorno más seguro.
– Qué pasa con muchas escuelas que no tienen las condiciones necesarias para el retorno.
No podemos aplicar las reglas iguales para todos. Hay casos donde no hay agua, no hay implementos y hay casos donde todavía no se contrata al docente para el dictado de clases.
Hay que empezar a ver la especificidad del territorio y darle libertad y autonomía a las UGEL y a los colegios para que hagan los arreglos necesarios.
– ¿La crisis política dificultó este retorno?
La crisis política le está pasando factura al sector educativo. Ha habido una inestabilidad política que no ha dado continuidad ni ha fortalecido las políticas que aseguren este retorno a la presencialidad, sino también generando desconfianza a las familias por las políticas públicas.
Entonces, el primer llamado que se tiene que hacer es al Gobierno para que dé una estabilidad y que los demás ministerios dicten políticas para que los padres confíen y envíen a sus hijos al colegio.
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