El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, rechazó la propuesta de su homólogo ruso, Vladímir Putin, de sostener un encuentro en Moscú y, en cambio, le sugirió que sea él quien viaje a Kiev. En declaraciones a ABC News, Zelensky señaló: “Él (Putin) puede venir a Kiev. Yo no puedo ir a Moscú mientras mi país es atacado con misiles todos los días. No puedo presentarme en la capital de este terrorista. Putin lo sabe bien”. Según el mandatario ucraniano, la invitación rusa buscaba únicamente ganar tiempo y retrasar una posible reunión.
PUEDES LEER ► Estados Unidos no descarta imponer sanciones a Rusia para alcanzar la paz en Ucrania
El jefe de Estado insistió en que está “dispuesto a reunirse bajo cualquier formato”, pero acusó a Putin de “jugar con Estados Unidos”. Agregó además: “Si alguien no quiere dialogar con nosotros en plena guerra, lo que hace es plantear condiciones que evidentemente no son aceptables ni para mí ni para otros”. Estas declaraciones las realizó durante una visita a una planta de propiedad estadounidense en el oeste de Ucrania, recientemente atacada por misiles rusos.
Mientras tanto, en un foro económico en Vladivostok, en el extremo oriente de Rusia, Putin reiteró su disposición a un encuentro directo: “Si Zelensky está listo, que venga a Moscú”. Aseguró que las condiciones de seguridad estarían garantizadas “al 100 %”.
La posibilidad de una reunión cara a cara entre los líderes de Rusia y Ucrania surge también de los intentos de mediación del expresidente estadounidense Donald Trump, quien declaró en agosto a Fox News que su objetivo es “sentar a ambos en la misma mesa” y propuso incluso un encuentro trilateral entre Washington, Moscú y Kiev durante la cumbre de Alaska.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, indicó que hay al menos siete países dispuestos a acoger la cita, entre ellos Austria, el Vaticano, Suiza, Turquía y tres naciones del Golfo, pero descartó de plano a Moscú como sede.
Advertencias de Putin a Occidente
En paralelo, Putin lanzó una dura advertencia contra los países que evalúan enviar contingentes militares a Ucrania. Señaló que cualquier fuerza extranjera desplegada en el territorio ucraniano será considerada un objetivo “legítimo” para el ejército ruso. “Si aparecen tropas, sobre todo ahora en medio de los combates, asumimos que serán blancos militares legítimos”, sostuvo.
El presidente ruso reiteró que los lazos militares de Kiev con Occidente son una de las principales razones del conflicto y añadió que, en caso de alcanzarse un acuerdo de paz, la presencia de fuerzas extranjeras en Ucrania dejaría de tener sentido: “Si logramos decisiones que conduzcan a una paz estable, Rusia cumplirá con lo pactado y no habrá necesidad de tropas foráneas en el país”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reforzó esa postura al rechazar la propuesta europea de otorgar garantías de seguridad a Ucrania. En declaraciones a RIA Novosti, afirmó: “¿Pueden los contingentes militares europeos o estadounidenses garantizar seguridad a Ucrania? Absolutamente no”. Posteriormente, en una entrevista con el diario Izvestia, acusó a los gobiernos europeos de “entorpecer la solución del conflicto” y de intentar convertir a Ucrania en “el epicentro de todo lo antirruso”.
Una fuerza de reaseguro internacional
Las declaraciones de Moscú llegaron justo después de que más de 25 países anunciaran la creación de una “fuerza de reaseguro”, destinada a operar en Ucrania una vez que se logre un acuerdo de paz. Aunque no se detallaron cifras de tropas ni compromisos individuales, se indicó que tendría presencia en tierra, mar y aire.
El plan fue presentado en la cumbre de París, organizada por el presidente francés Emmanuel Macron, con la participación de Zelensky y de varios líderes europeos, entre ellos el primer ministro británico Keir Starmer. Macron aclaró que esta fuerza multinacional no se desplegará en la primera línea de combate, sino que servirá para “prevenir nuevas agresiones de gran escala” y reforzar la estabilidad tras un eventual alto al fuego.











