Estambul – El Gobierno de Turquía emitió este viernes órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y otros 36 funcionarios israelíes, acusándolos de crímenes de genocidio y lesa humanidad vinculados a los ataques en la Franja de Gaza y al asalto de una flotilla humanitaria interceptada por Israel el mes pasado.
La Oficina del Fiscal General de Estambul confirmó que las medidas judiciales buscan a individuos responsables de delitos cometidos tanto en el enclave palestino como contra la flotilla que transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza, que fue detenida por fuerzas israelíes durante octubre.
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Hamas celebra la decisión y Turquía impulsa iniciativa internacional para Gaza
El movimiento Hamas celebró la medida judicial turca, destacando que “confirma las nobles posiciones del pueblo turco y su liderazgo”. La decisión se dio mientras representantes de diversos países se reunieron en Estambul para discutir la creación de una fuerza de seguridad multinacional temporal que opere en Gaza.
Dicha iniciativa busca entrenar a una nueva fuerza policial palestina y contribuir a la estabilización del territorio. Sin embargo, Israel ha manifestado su rechazo al posible despliegue de tropas turcas en el área, mientras que Estados Unidos advirtió que cualquier presencia extranjera en Gaza deberá contar con el consentimiento israelí.
¿Quiénes figuran en las órdenes de arresto emitidas por Turquía?
Entre los 37 acusados se encuentran, además de Netanyahu, el ministro de Defensa Israel Katz, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir y el jefe del Estado Mayor Eyal Zamir, junto con otros altos funcionarios y mandos militares del Gobierno israelí.
Según la Fiscalía de Estambul, las órdenes están sustentadas en cargos por “crímenes de lesa humanidad” y “genocidio” presuntamente cometidos en Gaza, así como en la interceptación de la flotilla humanitaria. Esta acción judicial se produce casi un año después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra Netanyahu por crímenes de guerra, calificada entonces por su oficina como una medida “absurda y antisemita”.
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¿Cómo respondió Israel a las acusaciones de Turquía?
El Gobierno israelí rechazó categóricamente las órdenes de arresto emitidas por Ankara. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, calificó la decisión como una “maniobra propagandística” impulsada por el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan.
Sa’ar sostuvo que “en la Turquía de Erdoğan, el sistema judicial se ha convertido en un instrumento político” y acusó al mandatario de usar la justicia como herramienta para silenciar a opositores y críticos. En ese contexto, recordó el caso del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, arrestado en marzo de este año por presuntos delitos de corrupción y terrorismo, en lo que describió como un ejemplo del “autoritarismo judicial” en el país euroasiático.
Tensión diplomática en aumento entre Turquía e Israel
La decisión judicial turca profundiza la tensión diplomática entre ambos países, en un contexto de creciente presión internacional sobre Israel por la situación humanitaria en Gaza. Turquía, bajo el liderazgo de Erdoğan, ha adoptado una postura crítica frente a la ofensiva israelí, denunciando reiteradamente el uso desproporcionado de la fuerza contra civiles palestinos.
Analistas internacionales consideran que esta medida judicial podría escalar el conflicto político entre Ankara y Tel Aviv, afectando las relaciones bilaterales y los esfuerzos de mediación en Medio Oriente. No obstante, desde el punto de vista turco, se trata de una acción “en defensa de los derechos humanos y la justicia internacional”.
Contexto y posibles repercusiones
Las órdenes de arresto contra Netanyahu y otros altos cargos israelíes representan un hecho sin precedentes en las relaciones entre Turquía e Israel. Aunque la posibilidad de que se ejecuten es mínima, el gesto tiene un fuerte peso simbólico y político, reforzando la imagen de Turquía como defensora de la causa palestina.
Por su parte, el gobierno israelí ha anunciado que no reconocerá la jurisdicción turca sobre sus autoridades y ha advertido que responderá “en los canales diplomáticos correspondientes”. Mientras tanto, organismos internacionales y observadores de derechos humanos siguen con atención la evolución del caso, que podría tener implicancias legales y diplomáticas en el futuro cercano.
La decisión turca marca un nuevo capítulo en el complejo tablero geopolítico de Medio Oriente, donde la lucha por el control, la seguridad y la justicia sigue siendo una fuente de confrontación constante.
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