En un nuevo episodio de escalada de tensiones en la región, el Ejército israelí informó sobre el lanzamiento de 15 cohetes por parte de Hezbolá hacia la ciudad de Kiryat Shmona, ubicada al norte de Israel y cerca de la frontera con el Líbano. Afortunadamente, la mayoría de estos cohetes fueron interceptados y no causaron víctimas, según un comunicado militar emitido recientemente.
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Hezbolá, la milicia chií libanesa, se atribuyó la responsabilidad del ataque mediante un comunicado oficial. El grupo afirmó que utilizó cohetes del tipo ‘Katyusha’ y proyectiles de artillería dirigidos al cuartel general de la 769 Brigada Oriental del Ejército israelí. En su declaración, Hezbolá justificó el ataque como una respuesta directa a los bombardeos previos de las fuerzas armadas israelíes contra sus posiciones en las localidades de Yaroun y Khiam, en el sur del Líbano.
El conflicto escaló con acciones adicionales por parte de ambos bandos. El Ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos contra edificaciones en Yaroun y Khiam, que identificó como puntos de acceso de terroristas y almacenes de armamento. Además, interceptaron un dron en el espacio aéreo libanés antes de que pudiera cruzar hacia Israel, evitando así la activación de alarmas en territorio israelí.
Por su parte, Hezbolá también lanzó un dron hacia el norte de Israel, que cayó en el área de Metula, a una corta distancia de la frontera. Este incidente no causó víctimas, pero subrayó la intensificación del conflicto en la región.
Preparativos militares y tensión constante en la frontera
Ante la escalada de hostilidades, el Ejército israelí anunció la aprobación de planes operativos para una posible ofensiva militar en el Líbano. Esta medida se enmarca en una serie de decisiones destinadas a fortalecer la preparación de las tropas en el terreno, en respuesta directa a la creciente agresividad observada desde el lado libanés.
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La frontera entre Israel y Líbano ha sido históricamente una región de conflicto y tensiones periódicas. Desde octubre del año pasado, las hostilidades han aumentado considerablemente, con frecuentes intercambios de fuego y el uso cada vez más frecuente de drones y otro armamento avanzado. Este reciente aumento en la intensidad de los enfrentamientos recuerda a la escalada de 2006, cuando se vivió un conflicto armado significativo entre Israel y Hezbolá.
El conflicto ha tenido un impacto significativo en ambas partes. Se reporta un número considerable de bajas, mayormente del lado libanés y entre las filas de la milicia de Hezbolá, así como pérdidas de vidas civiles en Israel. La situación ha provocado preocupaciones internacionales sobre el riesgo de una guerra abierta entre las partes involucradas, exacerbada por la situación en la Franja de Gaza y las dinámicas geopolíticas en la región.
En conclusión, la situación en la frontera entre Israel y Líbano sigue siendo volátil y tensa, con ambos lados mostrando una determinación creciente en sus acciones militares y una disposición a responder de manera contundente a cualquier provocación.