El gobierno de Donald Trump anunció este miércoles la ejecución de un nuevo ataque contra una embarcación que, según afirma, transportaba drogas hacia Estados Unidos. Se trata del octavo operativo en menos de dos meses, y el primero realizado en aguas del Pacífico oriental, lo que marca una ampliación del alcance militar estadounidense en su denominada lucha contra el narcotráfico.
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Un nuevo ataque con saldo mortal
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó en redes sociales que el ataque se llevó a cabo el martes contra una embarcación “operada por una organización designada como terrorista, implicada en el narcotráfico”. Aunque no presentó pruebas concretas, el funcionario sostuvo que la operación fue “exitosa” y dejó un saldo de dos personas muertas, a quienes calificó de “narcoterroristas”.
Con este nuevo incidente, la cifra de fallecidos en los ataques estadounidenses contra supuestas embarcaciones del narcotráfico asciende a al menos 34 personas, según datos oficiales.
Expansión de las operaciones militares al Pacífico
Hasta la fecha, los siete ataques anteriores se habían registrado en el mar Caribe, principalmente cerca de las costas de Venezuela, lo que generó una escalada de tensiones diplomáticas y militares con el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, esta reciente acción en el Pacífico marca un cambio significativo en la estrategia de la administración Trump, que busca extender su ofensiva marítima a otras zonas del hemisferio.
“El mensaje es claro: no habrá lugar seguro en nuestro hemisferio para los narcoterroristas”, afirmó Hegseth, quien comparó estas operaciones con la guerra contra el terrorismo emprendida contra Al Qaeda hace dos décadas.
Imágenes del operativo
Junto con el anuncio, el secretario de Defensa difundió un video aéreo de seguridad en el que se observa una lancha navegando a alta velocidad sobre el mar, con lo que parecen ser paquetes envueltos en su interior. Segundos después, la embarcación explota y queda envuelta en llamas.
Las imágenes, similares a las publicadas en ataques anteriores, han generado nuevamente debate sobre la transparencia y legalidad de las operaciones, ya que el Departamento de Defensa no ha revelado detalles sobre la identidad de los ocupantes ni sobre el destino final del presunto cargamento de drogas.
Críticas y denuncias internacionales
Diversas voces dentro y fuera de Estados Unidos han cuestionado la legalidad y la proporcionalidad de estos ataques. Senadores, exmilitares y expertos en derechos humanos de la ONU han advertido que las acciones podrían constituir “ejecuciones extrajudiciales” al no existir un debido proceso ni pruebas públicas que confirmen los vínculos de las víctimas con el narcotráfico o el terrorismo.
El jurista y exasesor del Pentágono, Thomas Garner, calificó los operativos como “una peligrosa reinterpretación del derecho internacional”, mientras que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha solicitado explicaciones al gobierno estadounidense sobre la base legal de los ataques.
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Trump justifica los ataques bajo marco antiterrorista
El presidente Donald Trump ha defendido su política argumentando que Estados Unidos enfrenta un “conflicto armado” con los carteles de la droga y, por lo tanto, puede actuar bajo la misma autoridad legal utilizada por el expresidente George W. Bush para iniciar la guerra contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
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