El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se someterá a radioterapia como parte de la siguiente fase de su tratamiento contra el cáncer, informó este sábado su portavoz a la cadena NBC.
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Según explicó, la radiación será parte de un plan integral de atención médica frente al cáncer de próstata avanzado con metástasis óseas, diagnóstico que se dio a conocer públicamente en mayo pasado.
El tratamiento de radioterapia se extenderá por cinco semanas y será complementado con una terapia hormonal, precisó el vocero. En septiembre se supo además que Biden, de 82 años, se había sometido a una cirugía para extirpar células cancerígenas en la piel.
El exmandatario se encuentra recuperándose favorablemente de la intervención, realizada mediante el procedimiento de Mohs, una técnica quirúrgica que elimina el tejido canceroso de forma progresiva hasta asegurar su completa extracción. La cadena NBC confirmó la información, aunque no se reveló la fecha exacta de la operación.
Biden dejó la Casa Blanca en enero pasado, convirtiéndose en el presidente de mayor edad en ocupar el cargo. Durante su mandato, fue objeto de frecuentes cuestionamientos acerca de su capacidad física y mental para continuar en el puesto.
A mediados de 2024, el líder demócrata decidió retirarse de la contienda electoral y brindar su apoyo a la candidatura de su entonces vicepresidenta, Kamala Harris, quien posteriormente fue derrotada en las elecciones por Donald Trump.
A comienzos de ese mismo año, el médico personal de Biden lo había declarado “apto para continuar en funciones” tras un examen físico. En febrero de 2023, ya se le había extirpado exitosamente una lesión cancerosa en el pecho, sin necesidad de tratamientos adicionales, según el informe del médico de la Casa Blanca en ese momento.
La salud de Biden durante su presidencia
Durante su gestión, la salud de Joe Biden fue objeto de un seguimiento constante por parte de médicos, medios y críticos políticos. Las dudas se intensificaron después del primer debate presidencial de junio de 2024, donde, con 81 años, se mostró titubeante, con pausas y confusión en algunos momentos. La Casa Blanca atribuyó su desempeño a un resfriado, fatiga y falta de preparación adecuada, aunque el episodio reavivó las preocupaciones sobre su edad y capacidad cognitiva.
En febrero de 2024, Biden fue sometido a un examen físico completo en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. El reporte, firmado por su médico de cabecera, el Dr. Kevin O’Connor, concluyó que el presidente era un “hombre saludable y vigoroso”, apto para ejercer el cargo, y que no presentaba cambios relevantes respecto al año anterior.
El documento también mencionaba rigidez al caminar por artritis espinal y una leve neuropatía periférica sensorial en los pies, además de apnea del sueño, tratada con una máquina CPAP.
El informe, sin embargo, no incluía una evaluación cognitiva formal, lo que generó críticas. O’Connor argumentó que no era necesaria, ya que evaluaba diariamente al presidente. Pese a ello, el debate sobre su capacidad mental se mantuvo, especialmente tras su desempeño en televisión.
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