Resulta absurdo que mientras el presidente Pedro Castillo invita a los empresarios a invertir en el país, asegurándoles ‘garantías’ para su inversión, por otro lado, las empresas mineras empiezan a suspender operaciones por falta de garantías jurídicas y sociales, dejando miles de trabajadores sin empleos y al Estado sin recursos qué cobrar.
¿Cree el gobierno de Castillo que estas señales negativas no se conocen en el mundo? ¿Cree el mandatario que basta un discurso altisonante en un mitin pueblerino para convencer a los inversionistas de traer su dinero al país? A estas alturas, el gobierno deberá hacer doble esfuerzo si realmente quiere atraer a la inversión privada, pues el desprestigio internacional que está sufriendo hoy el Perú con el tema minero, se pagará con la estampida de más inversionistas y empresarios.
¿Será que el gobierno de Castillo realmente se ha propuesto alentar la paralización de la minería en todo el país, al no intervenir? Sabe de lo importante que es esta actividad para la economía y para la generación de trabajo, pero aun así, el gobierno sigue sin intervenir y dar garantías a la inversión minera.