Al susto de la pandemia que ha dejado un reguero de fallecidos se suman ahora el “virus” del desempleo, de la reducción de sueldos y las deficiencias en servicios como limpieza pública y seguridad ciudadana; sobre todo esto último, pues la crisis azotó las arcas municipales, a tal punto que la administración de Juan José Díaz no ha tenido más alternativa que echar mano al recorte de sueldo de los municipales.
Pero la “poda” de sueldos no quedará allí. Parece que los sindicatos alistan baterías contra la administración. Lo preocupante es que esta crisis afectará directamente a los contribuyentes. Por un lado, ya se debilitó la seguridad ciudadana, mientras el servicio de limpieza se concentra en zonas residenciales. Parques y jardines se perdieron y no hay intención de recuperarlos, mientras se deja sentir la deficiente fiscalización en servicios tan esenciales como el transporte y comercio.
Esta crisis ha arrastrado a todos los municipios, pues su principal fuente de recursos propios, como son los impuestos que pagan los ciudadanos, se ha reducido drásticamente así como las partidas estatales. ¿Cuándo se recuperarán? Nadie da razón. Mientras tanto, habrá que ensuciar menos.