Se entiende las ganas de sobrevivir de muchos piuranos emprendedores y empresarios en medio de esta pandemia de Covid-19, pero de allí organizar fiestas para celebrar la canción criolla o Halloween, fomentado con ello la concurrencia masiva de jóvenes, el malestar de vecinos y el riesgo de más contagios, dista mucho de ser consecuente con las miles de víctimas que está dejando este virus.
¿Quieren celebrar la muerte de más de 5 mil piuranos por el virus? ¿Intentan hacer jarana mientras miles de familias la pasan mal porque han perdido sus trabajos? ¿Acaso tienen ganas de celebrar porque decenas de empresas y pequeños emprendimientos han cerrado o quebrado? ¿Quieren celebrar porque el Covid-19 ya se fue?
Parece que muchos no han aprendido la lección o no asimilan el problema que ha generado esta pandemia en el mundo. Solo miremos a Europa que ha vuelto a la cuarentena, a cerrar negocios y suspender trabajos por un rebrote masivo. Si algo hay que hacer es una reflexión por lo vulnerables que somos y porque muchas de las víctimas del Covid-19 aún tenían ganas de vivir.