La actriz y cantante Anahí de Cárdenas ha decidido retomar su tratamiento de bloqueo hormonal con triptorelina como medida preventiva contra el cáncer de mama, luego de haberlo suspendido temporalmente durante su embarazo. Esta nueva etapa, recomendada por su oncólogo, marca un paso importante en su proceso de recuperación y autocuidado, en el que combina los retos médicos con las emociones propias de una terapia prolongada.
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El regreso al tratamiento y su importancia preventiva
Anahí interrumpió su tratamiento en diciembre de 2024, cuando logró quedar embarazada de su primer hijo, cumpliendo uno de sus sueños más grandes. Tras el nacimiento del bebé, y siguiendo las recomendaciones de su equipo médico, volvió a aplicarse triptorelina, medicamento que actúa “adormeciendo” los ovarios para reducir el riesgo de reaparición del cáncer de mama.
Según explicó la propia actriz, este tipo de tratamientos hormonales suelen extenderse entre cinco y diez años. En su caso, ya había completado cuatro años antes de su embarazo, por lo que ahora deberá continuar un año más. “Es lo que corresponde hasta que decida volver a quedar embarazada”, comentó en sus redes, aclarando que se encuentra en buen estado de salud y que este paso forma parte de su plan de mantenimiento médico.
Asimismo, reveló que se sometió a un estudio genético para determinar si existen riesgos adicionales que requieran medidas preventivas complementarias. “Me hice un estudio genético para ver si debo tomar alguna otra precaución, y estoy esperando los resultados”, compartió. Este examen resulta especialmente relevante en su caso, ya que fue diagnosticada con cáncer de mama a los 25 años, lo que la motivó a llevar un seguimiento médico constante.
Aunque la terapia hormonal tiene efectos secundarios, Anahí ha sido sincera sobre cómo afecta su estado emocional. “He vuelto a la triptorelina, que me bajonea bastante, pero era algo que le había prometido al doctor”, confesó. Su testimonio refleja la fortaleza emocional y el compromiso que asume con su salud y bienestar.
En el Perú, la historia de la artista también pone en evidencia la importancia de la detección temprana del cáncer de mama. Según datos del INEI, solo el 15% de las mujeres entre 40 y 69 años se ha realizado una mamografía en los últimos dos años, lo que demuestra la necesidad de fortalecer la cultura preventiva en el país.
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Maternidad, emociones y nuevos proyectos
Más allá del aspecto médico, esta etapa ha significado un proceso profundo de autoconocimiento y resiliencia para Anahí de Cárdenas. La actriz ha compartido que el tratamiento puede generar altibajos emocionales, pero también le ha permitido valorar su capacidad para decidir cómo enfrentar las adversidades. “A veces olvidamos que tenemos poder de decisión. Nosotros elegimos cómo sentirnos y cómo manejar lo que pensamos”, reflexionó.
La maternidad, por su parte, ha transformado su manera de ver la vida. “Ser mamá me ha dado una nueva perspectiva, me enseña a disfrutar el presente y a ser agradecida”, afirmó. Incluso, adelantó que le gustaría tener un segundo hijo, un deseo que comparte con su esposo, Elías Maya, quien ha sido su principal apoyo durante el tratamiento y la crianza. “Si no fuera por él, no lo habría logrado. Eso es lo que significa ser pareja: acompañarse en todo”, destacó con gratitud.
Regreso al escenario y mensaje de esperanza
En el ámbito profesional, la actriz ha retomado con entusiasmo su carrera artística. Volvió al teatro con el musical “Reinas de corazones 90s”, reemplazando a Natalia Salas, quien atraviesa nuevamente un proceso oncológico. Además, Anahí protagonizó la obra “Fck Cáncer”, inspirada en el libro homónimo que publicó en 2021, donde relata su experiencia con la enfermedad.
En una entrevista con América TV, la artista resaltó el valor terapéutico del arte en su proceso de sanación. “Subirme al escenario a cantar y bailar es lo que más me llena, porque me levanta el ánimo”, expresó.
Gracias a su historia, Anahí de Cárdenas se ha convertido en un símbolo de fortaleza, valentía y esperanza para muchas mujeres que enfrentan el cáncer de mama. Su voz pública no solo inspira, sino que también visibiliza la importancia de la prevención, el apoyo emocional y el tratamiento oportuno.
Con una actitud transparente y positiva, la actriz continúa mostrando que la vida después del cáncer no solo es posible, sino también plena de aprendizajes, amor y nuevas oportunidades.











