No sorprende la jugada maestra del ministro Alex Contreras, al servirse del rumor de su supuesta renuncia para negociar y ratrificar su respaldo presidencial. Si quería asegurar su permanencia en el cargo, la estrategia de esperar que cunda la incertidumbre en el país para salir muchas horas después a decire “no he presentado nada (carta de renuncia)… estoy muy cómodo”, le funcionó a la perfección. Salió beneficiado, pero no así la economía peruana. Seguimos sin saber cómo salir de la recesión y muchas de sus recetas aplicadas no están funcionando.
Cada vez son más sus críticos y el show del jueves solo confirma su pobre vocación de servicio. Aplicar este tipo de “cuchipandas” cuando bajo su gestión el país sigue en recesión económica, no le hace ningún bien. Los fuertes cuestionamientos a su desempeño en el MEF, deberían connvencerlo de que llegó la hora de ceder el paso a alguien que sí sea capaz da solucionar la crisis económica en un año de grandes oportunidades, pese a El Niño.
Aunque él insiste en que este 2024, tras la recesión, habrá un rebote de la economía de hasta 3% y que hacia el 2026 el crecimiento logrará un promedio anual de 3,1%, lo cierto es que durante su estadía como cabeza del MEF la inversión privada cayó 7,3% y, de acuerdo a las expectativas macroeconómicas recogidas por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), persiste el pesimismo empresarial en la mayoría de los indicadores.
Si bien su salida del Gabinete no traería una solución mágica a la recesión económica, es importante para el país que el Ejecutivo no tropiece con la misma piedra y designe a un técnico por su experiencia y capacidad profesional y no impuesto por las “fuerzas políticas en la sombra” que reaparecen cada vez que cae un ministro.
Ya hemos advertido que la dupla gobernante Boluarte Otárola se está quedando con pocas opciones para seguir en el poder y resolver la crisi económica es una obligación a la que ya no puede seguir postergando. Hace mal el Ejecutivo en insistr con un ministro que no es capaz enmendar errores como el asistencialismo, el reparto excesivo de bonos, no hacer despegar la minería formar en un momento clave para el país.
